La noche del pasado jueves, la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) lanzó un proyectil de cobre hacia la superficie del asteroide Ryugu, un cuerpo celeste no muy lejano a la Tierra que la sonda Hayabusa 2 está estudiando desde el año pasado.

La idea detrás de este "bombardeo" era crear un cráter en el asteroide, que permitiera a Hayabusa 2 recolectar nuevas muestras del cuerpo celeste y entender cómo se formó. Una misión que de acuerdo a la JAXA fue completamente exitosa.

Hayabusa 2 ha estado estudiando al asteroide Ryugu desde 2018. Primero la sonda comenzó monitoreando la superficie del objeto y luego hizo aterrizar distintas sondas robóticas para tantear el terreno, antes de sentar el primer antecedente de este "bombardeo" en febrero de este año, cuando lanzó un proyectil mucho más pequeño hacia el asteroide.

En aquella oportunidad, la nave logró recolectar muestras de la nube de escombros que provocó la operación. Pero ahora el objetivo de Hayabusa 2 es mucho más grande que un par de muestras.

Pese a que Hayabusa 2 ya ha aterrizado brevemente en la superficie de Ryugu y cuenta con varias muestras en su poder, los científicos japonenses están interesados en estudiar material que no haya estado expuesto al clima del Sistema Solar, como las muestras superficiales. Para ello, la mejor alternativa es explorar lo que hay bajo la superficie del asteroide. Una misión que se puede conseguir haciendo un cráter.

Pero ¿Cómo se ejecutó esta detonación? Cuando Hayabusa 2 dejó la Tierra llevó consigo un dispositivo llamado Small Carry-on Impactor (SCI). Así, cuando los científicos encargados de la misión determinaron que era el momento indicado para crear el cráter, el SCI se desprendió de la sonda, y mientras esta se trasladaba lejos de la zona de peligro, el contendedor en forma de cono lleno de pequeños explosivos procedió acercarse al asteroide para realizar la detonación.

Ese instante de separación fue captado por la cámara Hayabusa 2 en una foto que fue compartida por la JAXA a través de Twitter.

https://twitter.com/haya2e_jaxa/status/1114111766600929280

Pero esta no es la única imagen que captó Hayabusa 2. Mientras estaba a salvo del impacto al otro lado del asteroide, la sonda fotografió el momento exacto de la explosión. Una imagen que posteriormente la ayudará a encontrar el nuevo cráter.

https://twitter.com/haya2e_jaxa/status/1114193159855034368

Todavía se desconocen las medidas exactas del nuevo cráter en la superficie de Ryugu, pero desde la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial estiman que podría medir hasta 9 metros de ancho, dependiendo del material sobre el cual se produjo el impacto.

Tras esta exitosa primera parte de la misión, ahora el equipo a cargo debe determinar si las condiciones de aterrizaje en el cráter son seguras para que Hayabusa 2 pueda descender y recoger las preciadas muestras. Sin embargo, si las condiciones no son óptimas, no todo está perdido, como segunda alternativa los científicos optarán por recoger material desde los cráteres ya existentes.

De todas maneras, conseguir una muestra desde el interior del nuevo cráter es lo ideal, ya que esto permitiría a los investigadores estudiar material del asteroide que no ha estado expuesto al espacio durante miles de millones de años.

De hecho, la idea principal que motivó esta misión a Ryugu era obtener fragmentos de él  para entender más sobre los tipos de materiales que existían al comienzo del Sistema Solar. Todo esto considerando que los asteroides son uno de los vestigios más antiguos de nuestro sistema.