Neal Adams ha dejado este mundo, pero su obra clave en los cómics seguirá viva para siempre
El artista falleció a los 80 años de edad, dejando un gigantesco legado tanto en las viñetas como en los derechos de los creadores.
El legendario artista de cómics Neal Adams, reconocido tanto por su estilo de dibujo como por defender los derechos de los autores ante las grandes corporaciones, falleció a los 80 años de edad. Pero aunque deja el plano terrenal, queda palpable un extenso legado que permitió revitalizar los cómics a partir de la década de los setentas.
Según informo The Hollywood Reporter, Adams falleció en la ciudad de Nueva York. Su esposa, Marilyn Adams, puntualizó que se trató de complicaciones por una sepsis.
Aunque Adams trabajó en las dos principales editoriales de cómics de Estados Unidos, y en un momento tuvo un pie en cada oficina, su trabajo está más identificado por su obra clave en DC Comics, en donde co-creó al superhéroe sobrenatural Deadman.
Junto al escritor Dennis O’Neil, Adams concretó una de las etapas más relevantes en la historia de Batman, al llevar al personaje de regreso a sus raíces oscuras luego de toda la influencia que tuvo la popular serie de televisión protagonizada por Adam West.
A lo largo de ese trabajo, ambos autores crearon a villanos tan relevantes como Ra’s al Ghul, su hija Talia y Man-Bat, además de recuperar la imagen psicópata del Joker con la historia “The Joker’s Five-Way Revenge”.
Sus otros trabajos clave fueron la elogiada etapa de Green Lantern/Green Arrow, que puso sobre la mesa diversas problemáticas sociales de Estados Unidos, co-creando en el camino al Green Lantern John Stewart, y la clásica y trascendental historia de Superman vs. Muhammad Ali.
A partir de la década de los noventas su obra se redujo, y durante este siglo realizó la miniserie Batman: Odyssey, pero definitivamente más allá de su obra es necesario recalcar que otra gran contribución a la industria fue su activo rol en pro de los derechos de los artistas.
Lo anterior no solo se concretó en sus intentos para crear una sindicalización en el gremio, lo que lo llevó a chocar directamente con Marvel, sino que también ayudó a pavimentar que el arte de los cómics fuese regresada a los dibujantes. Por ejemplo, durante los ochentas, una de sus ofensivas permitió que su trabajo y el de Jack Kirby fuese retornado, en instancias en donde la venta de los originales ya comenzaba a crear un mercado insipiente.
Asimismo, Neal Adams fue parte del lobby para que los creadores de Superman, Jerry Siegel y Joe Shuster, recibieran el crédito y remuneración financiera en los últimos años de sus vidas, así como los esfuerzos posteriores para que las regalías por las adaptaciones de sus obras también generasen pagos que antes eran inexistentes.
Es decir, nunca habrá que olvidar a Neal Adams, tanto por su contribución a las viñetas, como fuera de ellas.
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