Incluso desde antes de que la serie llegara a Netflix o eligiera a sus protagonistas, Neil Gaiman ha defendido la propuesta de The Sandman argumentando que todo lo “nuevo” que algunas personas podrían percibir en el programa está basado en su exitoso cómic o simplemente sirve para potenciar la historia en el contexto actual. Pero obviamente en el mundo en que vivimos eso no fue suficiente para disuadir las críticas contra The Sandman.

Si bien a la primera temporada de la serie le fue lo suficientemente bien para garantizar una segunda entrega, recientemente Gaiman conversó con Inverse sobre The Sandman y abordó el tema de las elecciones “polémicas” del elenco.

Ante todo Gaiman dijonada ha sido muy polémico” para los verdaderos seguidores del cómic y es que a su juicio los reclamos contra Kirby Howell-Baptise como Death, Gwendoline Christie como Lucifer y Jenna Coleman como Johanna Constantine provienen de gente que no conoce el material de origen.

“El casting de Death no fue controvertido con los fanáticos de Sandman, porque los fanáticos de Sandman saben que se supone The Endless deben verse como las personas que los miran creen que se ven”, dijo el autor. “Entonces, las personas que se enojaron por eso (...) no eran fanáticos de Sandman. Las personas que estaban molestas por el casting de Lucifer y estaban en armas por el ‘cambio de género’, nuevamente, no eran fanáticos de Sandman porque entonces sabrían que Lucifer lucía como un David Bowie andrógino y no tiene genitales porque es un ángel”.

“Y la otra (polémica) era Lady Johanna Constantine. Nuevamente, la gente decía, ¿por qué cambiaste de género a John Constantine y por qué lo reemplazaste con este personaje imaginario que nunca antes habíamos visto en los cómics? Pero los fanáticos de Sandman saben que ella fue un personaje presentado en Sandman No. 13 en 1989 y que se va y tiene varias aventuras más en la historia de Sandman. Así que fue mucho más económico para nosotros conseguirla y que Jenna la interpretara”, añadió. “Esos son los tres castings más polémicos”.

Gaiman continuó planteando que también había gente que apuntó contra el programa por “haber inventado todos estos personajes gay que no estaban en los cómics”, pero nuevamente el material de origen echaría por Tierra esa premisa según el autor.

“Ah, y de vez en cuando, hay gente que nos grita por haber inventado todos estos personajes gay que no estaban en los cómics. Entonces les decimos: ‘¿Has leído los cómics?’ Y dicen : ‘No’. Y decimos: ‘Habían gays en los cómics’. Y dicen: ‘Solo son «woke» y nadie va a ver su horrible programa’. Y luego fuimos Número 1 en el mundo durante cuatro semanas. Y decían ‘¡Todos son bots! Los odiamos. Son «woke»”, sentenció Gaiman. “Es una tontería extraña. A estos quejosos no les gustan los homosexuales, no les gustan los negros y no les gustan las mujeres. Y si miras sus perfiles, no les gustan las vacunas, no les gustan los demócratas y no les gusta mucho votar”.