Recuerdo que hace un tiempo cada vez más lejano, las entradas para los conciertos eran bastante sencillas. La galerías se llamaban galerías; las plateas, plateas; los palcos, palcos y a lo más debíamos lidiar con nombres específicos de cada recinto como "Platea Alta", "Tribuna", "Pacífico" o "Andes".
Pero llegó la globalización, los tratados de libre comercio, la bonanza económica, y con ello, el deseo de salir a descubrir el mundo. Nos volvimos ambiciosos, aspiracionales y admiradores de todo lo que en realidad no somos. Las tiendas comenzaron a tener SALES en vez de ofertas, las oficinas se acostumbraron al Coffee Break en vez del recreo y los festivales comenzaron a tener lineups en vez de carteleras.
Pero ningún negocio es más icónico a la hora de mostrar el Chile aspiracional que el de la venta de entradas. De un tiempo a esta parte nos acostumbramos a que las locaciones ahora tienen colores, y todos en inglés: Silver, Golden, Platinum, Adamantium. Mientras más brillante el metal, más probabilidades tiene de aparecer al lado de una entrada, y siempre en inglés.
Lo mismo con el uso y abuso del concepto de VIP. La sigla, que de pronto se convirtió en una palabra que usamos a destajo, siempre ha sido sinónimo de Very Important People, pero acá en Chile, sólo es sinónimo de llamar al banco para ver en cuántas cuotas podemos reagendar el crédito. Del Palco VIP hemos terminado en la Cancha VIP, la delgada línea que separa a la plebe de los importantes, de los que graban el concierto con el celular y los que tienen que acomodarse para ver un par de segundos al vocalista.
Luego, llegamos a las mezclas de ambos términos, como Golden VIP, Platinum VIP, o Platea Alta Silver, por nombrar algunos.
Y hoy, la siutiquería de los nombres de entradas llegó a un nuevo clímax, con el anuncio del regreso de Nick Cave & The Bad Seeds a Chile, el próximo 5 de octubre, con una nueva distribución de asientos que no habíamos visto antes. Les presentamos al nuevo ícono aspiracional: el VIP Top Royal
VIP Top Royal es, como pueden imagianrse, la entrada más cercana al escenario, pero no la más cara, esa queda para el Palco Oficial, que sorprendentemente se mantiene en perfecto español. Pero VIP Top Royal es algo que no tiene sentido. Es simplemente elegir al azar tres palabras poderosas y así justificar la diferencia con el VIP Platinum y el ahora bastante ordinario Golden.
Obviamente las redes sociales reaccionaron de manera adecuada al nacimiento de esta nueva categoría social dentro de los conciertos.
https://twitter.com/chicabanda/status/984786739918200833
https://twitter.com/jottttape/status/984801986666262529
https://twitter.com/holaferperez/status/984786419880218625
https://twitter.com/felipiiin/status/984784143312719873
https://twitter.com/K_Unintended/status/984792026658017283
https://twitter.com/keivalley_/status/984782104692232194
De todas formas, creo que esto se trata de una batalla perdida. Pretender que vuelvan los nombres clásicos es simplemente nadar contra la corriente en un país y un negocio que tiene claro para donde ir. Porque de todas formas, tarde o temprano, con todas las divisiones que se hacen a los recintos para poder cobrar más por un recital, eventualmente se nos iban a a cabar las palabras en español para soportar tantas locaciones.
El negocio es así y sólo queda ajustarse el cinturón y asumir que el futuro es para los más VIP Top Royal.