Tal como alguna vez cantase el grupo humorístico Manpoval, es lo mismo... pero no es igual. Esa es la idea que dejó en no pocas personas el reciente anuncio de la Nintendo Switch OLED.
A grandes rasgos, se trata de una consola con una pantalla más grande, y mejor tecnología de display, que principalmente mejora un poco la experiencia visual en su modo portátil. También tiene audio mejorado y algunas otras opciones ya promocionadas.
Pero, a la hora de los quiubos, las diferencias no son significativas. De hecho, Nintendo no quiso que existiese esa diferencia.
Y puestas las cartas sobre la mesa, quizás eso haya sido lo mejor para el futuro de la consola en el corto y mediano plazo. Haberlo hecho habría dejado obsoleto a los modelos actuales a ojos de no pocos jugadores.
En ese sentido, la compañía japonesa confirmó al portal The Verge que la nueva consola no tiene ni un nuevo procesador ni más memoria RAM. Eso se suma al hecho de que tampoco alcanza una calidad 4K a la hora de conectarla a un televisor.
Es decir, es lo mismo... pero no es igual y esa es la apuesta que viene empujando la compañía desde que decidieron lanzar la Switch Lite.
Para reforzar esa idea, la compañía también dejó en claro que los docks de carga de la consola son completamente intercambiables, por lo que un dock de una antigua Switch puede ser usado con una Switch OLED. Y, claro está, viceversa.
La Nintendo Switch OLED será lanzada en octubre a un valor de $350 dólares. Su costo para Chile aún no ha sido revelado.