En medio de las medidas del gobierno de Sebastián Piñera, que han decretado una serie de estados de excepción y emergencia a lo largo de Chile, las redes sociales se han transformado en una vía potente para informarse. Los reportes en vivo que realiza la propia ciudadanía a lo largo del país, especialmente en lo que concierne a los videos sobre el accionar de la policía y militare, dan foco a lo que no es abordado por las autoridades, que han llegado a catalogar al escenario actual como una "guerra".
Pero aunque en muchas ocasiones se trata de información valiosa, dicha comunicación directa también da pie a la desinformación. De hecho, en medio del toque de queda impuesto por las autoridades, surgió una oleada de noticias falsas que han comenzado a proliferar y que tuvo su mejor ejemplo en la advertencia sobre el supuesto corte de agua generalizado inminente en Santiago. Y ese no fue un caso aislado.
Tomen como ejemplo la siguiente noticia falsa:
https://twitter.com/FielderClaudio/status/1186129130162659328
https://twitter.com/FielderClaudio/status/1186129857807302658
¿Quién está dando a conocer la información en cuestión? ¿Cuándo creó su cuenta? ¿Cuántos seguidores tiene? ¿Tiene números en su nickname? ¿Existe alguna forma de corroborar lo que están diciendo? Esa son algunas de las preguntas que deberíamos hacernos antes de llegar y replicar tweets, posts y material audiovisual.
Otro ejemplo que ha circulado en redes sociales y que anticipa un escena apocalíptico, está en un mensaje que ha circulado ampliamente sobre un supuesto "plan la noche negra". Pero, en el siguiente caso, el propio usuario es el que envió la información que asegura que "le llegó por WhasApp". ¿La clave para constatarlo?, los tickets azules.
https://twitter.com/Kalejandroma/status/1186102235299745792
Al mismo tiempo, y considerando que redes sociales como Twitter funcionan en base a algoritmos, tampoco sirve responder para desmentir la información falsa, ya que aquello también aumenta el alcance de la publicación original. Una solución es, tras detectar esas cuentas, simplemente bloquearlas o silenciarlas.
Pero esos no son los únicos casos ante los que hay que tener cuidado. Esto no solo involucra a los reportes sobre incidentes, sino que también a aquellos que buscan dar una supuesta ayuda ante el complejo escenario.
Dichos códigos no son para conocer si sus celulares fueron intervenidos, solo son los códigos utilizados en el proceso de activación y desactivación del desvío de llamadas. Ante las dudas, no escriban códigos secretos en sus teléfonos, o computadores, y verifiquen en un buscador como Google para conocer qué hay detrás.
En definitiva, es tanta la información, que simplemente somos abrumados por todo lo que gira en torno a nuestras cuentas. Pero la recomendación es no dar veracidad a un hecho solo porque aparece en la red social y, especialmente, no creer en la información que busca inculcar el miedo ante posibles saqueos o cortes de servicio no verificados.
No crean en todo lo que leen solo porque está ahí. Dense un segundo más antes de dar RT, republicar posts y no crean así como así los audios en WhatsApp que les llegó por el conocido de, el vecino de o alguien que supo algo que aún no sale a la luz.