Son buenas las historias sobre niños dejando sin opción a los adultos. La primera que abordaré involucra a Matías, mi hermano, a quien inevitablemente lo molestaban diciéndole "Loro". Sí, hablaba mucho. Hasta por los codos. También le decían así porque existe el loro de Condorito. Odiaba ese sobrenombre.
Su más grande enemigo en ese ámbito era "Don Ricardo", el viejo del almacén del barrio. El mismo que utilizaba ese apodo una y otra vez, en un juego en el que solo él se reía. Eso, al menos, hasta que mi papá le contó al Matías sobre el uso de una arma secreta para la próxima vez que fuese a comprar dulces.
Luego, llegó el día.
Una vez que "Don Ricardo" lo saludó con su clásico: "Hola mi lorito", a mi hermano no le quedó otra que utilizar la pistola para defenderse. De ahí que procedió a bajarse la jardinera, quedando con su humanidad de cinco años al aire. Luego, apretó el gatillo. En este caso, eso involucró apuntar a su entrepierna y decir una frase de antología frente al viejo del almacén y todas aquellas personas que fueron testigos del asesinato solo por ir a comprar pan.
"Aquí está tu lorito"
Obviamente nunca más lo molestaron.
Esa historia inevitablemente la recordé a raíz de un momento del programa radial "Pegao en el Taco", en el que los dos conductores reciben el llamado telefónico de un niño, al que confunden con una niña. Y lo molestan.
El protagonista no se llama Matías, pero Luciano me hizo recordar a mi hermano con su respuesta. Los conductores son la personificación de "Don Ricardo", el tonto viejo que goza molestando a los niños. Todo eso está en el siguiente video.
Ahí tienen, "Don Ricardos" del mundo.