Este domingo, despegó sin problemas el orbitador solar Atlas V Rocket, y unos minutos después, el equipo de investigación logró establecer comunicaciones con la nave exploratoria. El orbitador se encuentra en camino para completar la misión histórica de recopilar datos de los polos del Sol.

Esta travesía es una colaboración entre la Agencia Espacial Europea (AEE) y la NASA, con el fin de investigar y crear una base de datos completamente nuevos del Sol y sus regiones polares. "Esta misión es un tesoro y es muy importante par la ciencia, todos queremos que resulte bien", afirmó Günther Hasinger, director de ciencia de la AEE.

La EAA está liderando este proyecto, mientras que la NASA se encuentra pagando por el lanzamiento y algunos de los instrumentos a bordo. La contribución monetaria de la NASA bordea los $386 millones de dólares, mientras que toda la misión cuesta alrededor de $1,5 mil millones.

La comunidad científica propuso esta misión por primera vez hace dos décadas, en 1999, y los oficiales de la AEE planearon hacer un despegue entre el 2008 y el 2013, pero debido a dificultades técnicas y la reorganización de misiones terminó empujando el proyecto hacia el 2020. "La protección térmica para la astronave fue uno de los mayores desafíos", contó César García, el jefe del proyecto en la AEE.

Con el paso de los años, los avances de la tecnología le han permitido al equipo de este proyecto crear una astronave mejor protegida por el calor y sus sensibles instrumentos. Para evitar un sobrecalentamiento, el orbitador contiene un escudo de protección al calor que pesa 150kg y aguanta temperaturas de hasta 520° celsius.

Otra dificultad con la que se encontraron, fue cómo crear instrumentos que no interfirieran con las medidas y los datos del campo magnético que la nave pueda recopilar.

La limpieza también era un desafío, pero de acuerdo a García, durante la última reunión del equipo el viernes antes del lanzamiento, el orbitador estaba más limpio de lo necesario para que lo instrumentos funcionaran como corresponde. "Es la nave más limpia que se ha lanzado", afirmó el jefe del proyecto.

El orbitador solar fue diseñado para estudiar al Sol de cerca, y su principal objetivo es responder a la pregunta de cómo el Sol crea y controla la helioesfera del sistema solar y porqué cambia con el tiempo. La comunidad científica cree que la respuesta se encuentra en la enigmática región polar de nuestra estrella.