Antes de la denominada revolución de las mujeres de la WWE, antes de que talentos como Charlotte y Asuka dominaran la escena y demostrasen que las luchas de la división femenina no eran un simple relleno, surgió en escena Paige.

La joven luchadora británica debutó en la noche posterior a Wrestlemania XXX, retando a la campeona de ese entonces, AJ Lee, y transformándose en su debut en la campeona de las Divas.

Su juventud la instaló rápidamente como uno de los grandes proyectos de la WWE, ya que se perfiló como una de las fuerzas más importantes de su división, llegando a comandar en julio de 2015 la denominada revolución que impulsaba frente a las pantallas Stephanie McMahon y que las propias luchadoras exigían tras bambalinas.

Pero mientras el trío estrella de la NXT debutaba en paralelo, con Charlotte, Sasha Banks y Becky Lynch brillando rápidamente, poco a poco se apagó la estrella de Paige. Primero fue una lesión, luego una doble suspensión por consumir drogas y finalmente una cirugía que alejó por alrededor de un año de los cuadriláteros.

Durante ese tiempo sucedió lo peor. Se vio involucrada en múltiples polémicas junto a su ex pareja, Alberto del Río, poniendo en el camino en entredicho su relación laboral con la WWE, también se mostró intoxicada a través de redes sociales y el punto más negro ocurrió cuando fue víctima de una filtración de fotos y videos sexuales.

Sin embargo, Paige volvió al ruedo, se recompuso de todas las polémicas, redebutó liderando su propio equipo y todo parecía encaminarse positivamente, hasta que sufrió una contusión grave durante una pelea.

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De inmediato surgió el rumor de que la WWE le negaría el regreso a los rings y forzaría su retiro. En el camino, sin una confirmación oficial, la luchadora solo acompañaba a sus aliadas del equipo Absolution.

Pero en la noche después de Wrestlemania 34, la jornada en el que se reveló el tráiler de la película producida por The Rock y basada en su vida, llegó la noticia oficial.

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Ante la audiencia de Raw, Paige tomó el foco de atención y anunció que, a raíz de una lesión, ya no podrá seguir siendo una luchadora. En la misma arena en la que realizó su debut hace cuatro años, y con la audiencia dándole las gracias por su desempeño, la ex campeona explicó que su historia se ha acabado y se forzará a seguir su vida fuera del cuadrilátero que tanto la apasionó.

Aún así, agradeció no solo a todas las otras luchadoras de la WWE, sino también a Daniel Bryan (cuyo regreso de una lesión le brindó esperanza) y a Edge (quien le mostró que había vida fuera de WWE tras tener que abandonar su carrera prematuramente).

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De ese modo, y dejando su polera sobre el cuadrilátero, Paige se retiró con un mensaje final, tal como su clásica frase: Siempre considerará a la WWE como su casa.

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https://twitter.com/NatbyNature/status/983517867806265344

https://twitter.com/NikkiCrossWWE/status/983520297818185728