Si algún día quedamos atrapados en Marte esperando que nos rescaten, la película The Martian nos enseñó que lo mejor que podemos hacer es crear nuestro propio cultivo utilizando lo que tengamos a mano.
En el caso del astronauta Mark Watney, el protagonista de la novela y de la película, interpretado por Matt Damon, la solución llegó gracias a un cultivo de papas en un suelo fertilizado con el excremente recolectado de sus compañeros de tripulación y obviamente el suyo. Una mezcla algo asquerosa pero que le permitió sustentarse por los 900 días que debió esperar a la misión de rescate.
Pero, ¿será posible repetir la misma hazaña interpretada por Matt Damon en la vida real?
Un proyecto llamado Papas en Marte está intentando responder esa respuesta desde hace más de un año en un desierto de Perú, el cual es lo más parecido al suelo marciano que tenemos en nuestro planeta. Y los resultados hasta ahora, eran alentadores.
Los cultivos, realizados en suelo con 20 veces más sales que el promedio terrestre, han logrado crecer aun en condiciones adversas. lo cual confirmaría la tesis mostrada en la película.
Sin embargo, superar la sal es solo parte de las adversidades que existen en el suelo marciano, ya que según un estudio de la Universidad de Edimburgo, existe otra sustancia que sería la que hace que toda la teoría de The Martian se vaya al suelo. Esa sustancia son los percloratos.
Los percloratos son químicos que ocurren de manera natural y que son altamente tóxicos para los humanos y otras formas de vida, pero que son usados por muchas baterias para sobrevivir. De hecho, en nuestro desierto de Atacama existen bacterias que viven en base a percloratos.
El tema es que con las concentraciones que se han encontrado en suelo marciano desde el año 2008, las simulaciones del estudio demuestran que las bacterias que acá viven tranquilamente, en Marte solo logran sobrevivir por 30 segundos.
Eso no significa que puedan encontrarse otras bacterias o seres vivos que se hayan adaptado a esas condiciones, pero lo que si significa es que para un cultivo como el de las papas terrestres, el suelo marciano es demasiado tóxico como para sobrevivir. Una mentira más impulsada por la fábrica de Hollywood, a la que poco le importa entregarnos falsas esperanzas de supervivencia en Marte con tal de ganar algunos millones de dólares. Qué vergüenza, Matt Damon.