Hay que considerar dos elementos: Ghost in Shell recaudó una exigua cifra durante su primer fin de semana en Estados Unidos, solo con los números del mercado internacional salvando un poco más su proyección. Por otro lado, la película tuvo una dividida reacción, con solo un 45% de las críticas siendo favorables en sitios como Rottentomatoes.
Con eso en cuenta, en Paramount ya están asumiendo el fallo, aunque están culpando a los críticos por la mala performance y no a sus decisiones. Kyle Davies, jefe de distribución de Paramount para Estados Unidos, afirmó a CBC que:
"Teníamos grandes esperanzas para tener mejores resultados en Estados Unidos. Creo que la conversación sobre el casting impactó a las reseñas. Tienes una película que es muy importante para los fanboys ya que está basada en una película anime japonesa. Por eso siempre estás intentando dar con esa aguja que se mueve entre honrar el material fuente y hacer una película para una audiencia masiva. Ese es un desafío y claramente las reseñas no ayudaron".
Sin autocrítica no se puede hacer mucho, ya que siempre recurren a culpar a las críticas en vez de analizar qué se hizo mal. Partiendo por la decisión de elegir un casting de la estrella femenina de Hollywood más famosa solo para garantizar traseros en las butacas. Y en este caso, eso no les resultó.