Parler, la red social que ha sido nicho de los seguidores de Donald Trump, teniendo un explosivo auge en el marco del ataque al Capitolio y una estrepitosa caída luego de que las grandes compañías tecnológicas le cerraran las puertas, presentó una demanda contra Amazon.
Los creadores de la plataforma, liderados por su CEO John Matze, presentaron la demanda asegurando que Amazon Web Services (AWS) cortó sus nexos con la compañía, impidiéndoles competir contra redes sociales como Twitter,
Como parte de la demanda, desde la red social también piden a la corte que Amazon restituya la cuenta, ya que consideran que un baja extendida como la que están previendo marcaría el fin de Parler.
La medida de Amazon, que a través de AWS es el principal proveedor de alojamiento en la nube del mundo, se debió a las múltiples violaciones de sus reglas a partir de mensajes que incitaban a la violencia. Aquello incluyó llamados a asesinar a los políticos que desde la extrema derecha tildan de liberales y los rostros del movimiento Black Lives Matter. También existían planes para realizar un evento que sería “noticioso” de cara al inicio de la presidencia de Joe Biden.
Ante esos hechos, Amazon justificó su medida explicando que: “no puede proporcionar servicios a un cliente que no puede identificar y eliminar de manera eficaz el contenido que fomenta o incita a la violencia contra otros”.
Parler se presentó como una alternativa menos restrictiva a Facebook y Twitter, transformándose en el hogar de los seguidores de Donald Trump que estaban siendo baneados en aquellas plataformas por el contenido violento o conspirativo que subían. Ante los hechos que sucedieron en el Capitolio de Estados Unidos, y los registros del contenido que existía en Parler, compañías como Google y Apple la removieron de sus tiendas de aplicaciones. A esa medida posteriormente se sumó la determinación de Amazon que cortó su servicio de forma definitiva.
En Parler también argumentan que la determinación de las grandes compañías tecnológicas los transformó en un paria, ya que otras empresas les han cerrado las puertas, incluyendo a aquellas alternativas con la capacidad suficiente de servidores para sustentar sus servicios.
Pero no es menor el hecho de que las empresas privadas como Amazon, Google y Apple poseen una amplia libertad legal para cerrar servicios que infrinjan sus términos.