Antes de que Daniel Craig se convirtiera en James Bond y después de que Quentin Tarantino comandara Kill Bill: Volume 2, el director de Jackie Brown intentó concretar su propia película de 007.
Por supuesto, esa no es una historia novedosa y durante estos años se ha hablado bastante sobre la versión de Casino Royale que el aclamado director nunca pudo concretar. Sin embargo, gracias a un nuevo comentario de GoldenEye, Pierce Brosnan volvió a relatar con un poco más de detalles cómo fue su reunión con el director para hablar del proyecto.
Mientras hablaba sobre su primera película como 007, Brosnan aprovechó de recordar la reunión que tuvo con Tarantino para el proyecto que nunca se materializó y, además de contemplarlo a él en el rol titular, también pretendía contar con Uma Thurman como Vesper Lynd.
“Fue después de Kill Bill Vol. 2 y (Tarantino) quería reunirse conmigo, así que un día fui a Hollywood desde la playa y lo conocí en el Four Seasons”, contó Brosnan (vía Esquire). “Llegué a las 7:00 p.m, me gusta ser puntual. Eran las 7:15, y no Quentin. Él estaba arriba haciendo conferencias de prensa. Alguien envió un martini, así que me tomé un martini y esperé hasta las 7:30 y pensé: ‘¿dónde diablos está?’ Se corrió la voz y (pidieron) disculpas, así que pensé: ‘está bien, tomaré otro martini’”.
Evidentemente cuando Tarantino llegó, Brosnan ya estaba algo bebido. No obstante, eso no entorpeció su charla con el director ya que rápidamente el responsable de Pulp Fiction pidió más tragos.
De ahí en más, Brosnan recuerda que Tarantino elogió su interpretación del legendario personaje y prácticamente exclamó a los cuatro vientos que quería hacer una película de Bond.
“(Tarantino) estaba golpeando la mesa, diciendo que ‘eres el mejor James Bond, quiero hacer James Bond’, y estábamos muy cerca del restaurante y pensé: 'por favor cálmate’. Pero no le decimos a Quentin Tarantino que se calme", añadió el actor. “Él hacer James Bond y volví a la tienda y les dije, pero no estaba destinado a ocurrir. No (hay) Quentin Tarantino para James Bond”.
Tarantino quería que su versión de Casino Royale estuviera ambientada en los años 50 o 60 y como previamente había señalado, su objetivo era “subvertir a Bond”. Sin embargo, sus planes nunca pudieron concretarse y a estas alturas parece imposible que el director tome las riendas de la franquicia algún día, sobretodo considerando que Tarantino está firme en su idea de retirarse tras su décima película.