Hoy se celebra en Chile el día del deporte, y para conmemorarlo, el Palacio de La Moneda se convirtió en toda una sede de los Juegos Olímpicos.
Comandados por su anfitrión, el mismísimo Presidente de la República, Sebastián Piñera, la jornada vio como en los patios del recinto se realizaron las más diversas actividades deportivas.
Hubo de todo. Desde tenis de mesa.
Pasando por unas clases de bicicleta estática.
Y obviamente no podía faltar el deporte nacional: el fútbol.
Pero sin duda el momento más alto fue cuando nuestro presidente tomó la pelota, alzó sus brazos y se elevó para demostrar sus habilidades en el basquetbol. Aunque quizás no con los resultados esperados.
https://twitter.com/causaruido/status/982344085624287232?s=19
Creemos tener una explicación para lo que pasó. Todos los que alguna vez hemos practicado un deporte tomamos alguna estrella para inspirarnos. Cuando jugamos fútbol, por ejemplo, todos queremos ser Messi. Cuando jugamos tenis, pensamos en Federer. Cuando hacemos Gimnasia, en Tomás González.
Y por eso Piñera creyó que debe haber sido una buena idea tomar prestados los poderes del inmortal Hanamichi Sakuragi, la estrella del Shohoku. El problema es que, como debemos recordar, Sakuragi no siempre fue el jugador de calidad que tenemos en la memoria, sino que comenzó teniendo rendimientos bastante similares a los de Piñera.
https://youtu.be/IAHmUfn2If4
Nuestro consejo es que para el otro año, al momento de pensar en alguien para encestar el balón, vuelva a los clásicos como Michael Jordan, Magic Johnson o Kobe Bryant y aseguramos que la performance será mucho mejor. Eso o de frentón conseguirse un aro más grande.