Recordando a la época de Redonda, el Maradona que no fue

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En los noventas, era más habitual que los videojuegos de fútbol presentasen a jugadores con nombres inventados. Pero ninguno estaba al nivel de los creados por Konami para International Superstar Soccer Deluxe.


En los noventas estábamos acostumbrados a que los videojuegos de fútbol no replicaran a las estrellas más grandes del deporte rey.

Algunos videojuegos ni siquiera asignaban nombre a sus jugadores, mientras que otros los inventaban. Y en ese ámbito, inevitablemente todo giraba en torno al mítico International Super Star Soccer Deluxe.

El videojuego de Konami, un clásico de la época del Super Nintendo, presentaba alineaciones de las selecciones con jugadores ficticios, ya que eso siempre será más económico que hacer uso de las licencias reales.

Aún así cada equipo contaba con jugadores que eran fácilmente reconocibles. En Italia estaba Galfano, una clara versión en 16 bits de Roberto Baggio, mientras que Colombia era encabezada por el pelucón Murillo, claramente inspirado en Carlos Valderrama.

Y Argentina, el equipo que más utilizaba en el videojuego, podíamos encontrar a Capitale (Gabriel Batistuta), Fuerte (Claudio Caniggia) y el “10”, Redonda.

Obviamente este último estaba inspirado en uno de los futbolistas más grandes de la historia, el recientemente fallecido Diego Armando Maradona, y como sucedía en la vida real, gran parte de la posesión del equipo albiceleste pasaba por sus pies en una época en donde el ISSS Deluxe era el juego más popular.

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En ese sentido, indudablemente International Superstar Soccer Deluxe marcó un antes y un después para los videojuegos de fútbol. En aquella época estos simuladores no se caracterizaban precisamente por su movilidad y las tácticas para anotar tenían patrones que uno se aprendía de memoria. El juego de Konami le hacía fintas a esa norma.

Pero el ISSS también destacó con luces propias por ir más allá, no solo por instalarse como el acabado visual más atractivo, y los mejores efectos de sonido, sino también por ser el título con las mejores opciones de competencia. Y parte importante a la hora de disfrutar uno de sus campeonatos o partidos amistosos radicaba en la posibilidad de jugar con las selecciones que tenían a esos reconocibles jugadores inventados. Sí, como el propio Redonda.

Aquellos nombres se quedaron en nuestra memoria, mientras armábamos los once iniciales intentando evadir las caras moradas que nos avisaban de los malos rendimientos. Y aún hoy, pese a los avances de los videojuegos con gráficos realistas, tomar el control del “International” sigue siendo una experiencia atractiva.

Hagan la prueba. Tomen al 10 de Argentina y disfruten disparando al son de “It’s a biiiiiiiiig kick!” o recibiendo el balón para escuchar la frase: “Incredible control!”. Ese fue un clásico que simplemente no se olvida.

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