Recordando a las “Sombras del Imperio”
En 1996 Lucasflm llevó a cabo un proyecto que nos entregó a un videojuego que situó su acción entre los sucesos de El Imperio Contraataca y El Regreso del Jedi.
En 1996, en la antesala del relanzamiento de la saga de Star Wars en el cine, Lucasfilm concretó un proyecto multimedia que hasta ese momento no tenía precedentes para la compañía.
Star Wars: Shadows of the Empire fue el título de una iniciativa que tenía la intención de revitalizar el interés en la franquicia, explorando todas las posibilidades comerciales de una película, pero sin hacer una película. De ahí que tuvo de todo: novelas, cómics, banda sonora, maquetas, juguetes y, por supuesto, lo mejor de todo, un videojuego.
Dicho escenario nos presentó a Dash Rendar, un contrabandista, al más puro estilo de Han Solo, que se involucra con los héroes principales justo al comienzo de los sucesos de “El Imperio Contraataca”.
De ahí que en su ruta se topa una y otra vez con el Imperio, enemigos como Boba Fett y una amenaza adicional llamada el Príncipe Xizor, un jefe criminal que tiene sus propios oscuros objetivos.
El videojuego primero salió en Nintendo 64, siendo uno de los primeros lanzamientos de esa consola, y nos permitía tomar control no solo de Dash, sino que también de diversos vehículos, incluyendo la nave del contrabandista llamada “Outrider”.
Pero antes de salir al espacio, todo comienza en el gélido planeta de Hoth, ya que el primer nivel nos permite ser parte de la batalla, controlar a un snowspeeder y enfrentarnos a los AT-AT, con todo y el proceso de disparar el arpón y hacerlos caer.
Decir que eso representaba un gran momento para un fan de Star Wars a mediados de la década de los noventas es quedarse corto. Esa gran carta de presentación de inmediato nos instalaba en un juego como ninguna otra de las apuestas previas de la franquicia.
Posteriormente, ya con la batalla casi perdida, controlamos a Dash en un escenario en tercera persona, avanzando por la base rebelde al más puro estilo shooter, para activar una puerta que permita escapar del lugar, enfrentando soldados imperiales e inclusive los Wampa que pululan en el lugar como Pedro por su casa. La guinda de la torta era posteriormente enfrentarse a un AT-ST a punta de lásers.
Star Wars: Shadows of the Empire tenía de todo, dando una gran diversidad a su gameplay, aún cuando no siempre resolviese sus características de la mejor forma. Tras la notable batalla en Hoth, la acción daba el salto al espacio, en medio del campo de asteroides, para evadir a un Star Destroyer y enfrentarse a Tie Fighters.
Posteriormente hay una secuencia a bordo de un tren de alta velocidad que nos lleva a una batalla contra el droide cazarrecompensas IG-88, una base imperial en donde el enemigo final es Boba Fett (Con todo y su propulsor para dar dolores de cabeza) e inclusive una persecución en motos deslizadoras en Tatooine, para evitar un ataque contra Luke Skywalker en el viejo hogar de Obi-Wan.
El abanico solo se abre en la ruta final del videojuego, una vez que el conglomerado Black Sun comienza a jugar sus cartas y tenemos que recuperar planos de un carguero imperial que tienen relación con la Segunda Estrella de la Muerte, ayudar al rescate de Leia desde el palacio del líder criminal y una batalla final en el espacio en la que inevitablemente tenemos que entrar a una nave gigante para destruir su núcleo.
El videojuego nunca vuelve a llegar a las cotas altas de sus primeras secuencias sobre la nieve, y aunque los niveles con naves superan con creces a la acción estilo shooter que enfrentamos cada vez que controlamos a Dash, cada nivel cuenta con una grata sorpresa para los fans de la saga.
En ese sentido, la travesía de Dash Rendar es probablemente lo que más queda en el recuerdo de la experiencia, ya que al ser parte de un spin-off, en donde los personajes principales de la saga solo tienen menciones, cumple satisfactorio con algo que no siempre se lograba antes: hacer de la galaxia un lugar mucho más grande.
Claro que todo eso ya no es parte del canon, quedando solo en lo que Lucasfilm define como “leyendas”.
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