Quizás la única razón para haberse quedado viendo ayer la edición de Smackdown Live, era para escuchar la palabras con las que Daniel Bryan se referiría a la increíble noticia de que, tras dos años de inactividad y de un retiro forzado, los médicos de la WWE le habían dado el alta para poder combatir nuevamente en el ring.
Vestido con su atuendo de Gerente General con su ya clásica chaqueta y jeans, Bryan emocionó al público con un discurso que alentaba a los fanáticos a seguir luchando por sus sueños. Pero antes de volver a la actividad como luchador, a Bryan le quedaban un par de tareas por resolver como Gerente de Smackdown. En particular, con dos de sus más grandes pero problemáticas estrellas: Kevin Owens y Sami Zayn.
El duo canadiense protagonizó la semana pasada un violento ataque contra Shane McMahon, que lo dejó fuera de actividad por un periodo indeterminado. Esto, a pesar de que el hijo de Vince les haya dado a ambos una pelea en solitario en Wrestlemania y haber anunciado que dejaría el cargo momentáneamente.
Daniel Bryan, a pesar de la amistad y admiración que tiene con ambos luchadores, hizo lo que tenía que hacer: despedir en pantalla a ambas estrellas, quienes obviamente reaccionaron con un ataque al cual Bryan, ahora con sus poderes de luchador activados, reaccionó tal como si ninca hubiese dejado de luchar. Aun con la incómoda ropa que traía puesta, se las ingenió para volar y dar sus ya clásicas patadas, antes de caer en la emboscada y recibir un fuerte bombazo contra el filo del ring.
Un ataque que nos demuestra que Daniel Bryan está realmente listo para regresar a las luchas, y que tal como es contumbre en la WWE, regresar al ring nunca termina siendo una buena idea si es que no quieres quedar con más de un ojo morado.
Gracias Bryan por existir.
https://www.youtube.com/watch?v=bLCwMhgSsLw