Review | Arrow repite errores pero mejora con su séptima temporada
El lunes la serie del arquero esmeralda estrenó su nuevo ciclo con una nueva apuesta que se ve empañada por los clásicos problemas de las series de CW.
Luego de aquella horrible cuarta temporada, durante los últimos años Arrow se ha mantenido en una posición mediocre respecto a las otras series de superhéroes.
Si bien la serie del arquero esmeralda no ocupa un sitial entre las peores producciones, hasta ahora no ha logrado recuperar el nivel de sus primeras temporadas.
Sin embargo, las cosas podrían comenzar a mejorar con el séptimo ciclo que partió este lunes en CW.
La nueva temporada de Arrow arranca con Oliver en prisión, definiéndolo como el reo número 4587, luego de que el héroe concretase un acuerdo con el FBI para capturar al gran villano de la sexta temporada, Ricardo Díaz.
En ese sentido, el gran acierto de este nuevo ciclo es comenzar enfocándose en su protagonista y dejando de lado por un momento a todos los personajes secundarios que las series de CW aman presentar.
Spoilers a continuación.
Por varios minutos este primer episodio del nuevo ciclo solo sigue a Oliver en la monotonía de la cárcel y sus esfuerzos por mantenerse alejado de problemas. Ahí es donde el sufrimiento del arquero sobrepasa la pantalla haciendo casi que se olviden aquellas actitudes inexplicables de Queen en los ciclos anteriores.
Pero inevitablemente las cosas toman un curso fuera de la cárcel y la serie retoma la historia de Felicity y William, quienes siguen escondidos de Ricardo Díaz, el villano que todavía no es capturado por el FBI.
Díaz todavía no convence como villano, ya que en la serie el personaje está lejos de su versión de los cómics y no aparece como una amenaza lógica para una versión de Green Arrow que ya ha derrotado a Deathstroke, Damien Darhk, Ra's al Ghul y la Bratva.
Pero Díaz sigue ahí, impulsando un plan que da pie a una de las mejores escenas del episodio, pero que al mismo tiempo es el puntapie inicial para el regreso de Arrow a sus problemas tradicionales.
Casi a la mitad del capítulo vemos una escena en la que Oliver es atacado en las duchas de la cárcel mientras que Díaz irrumpe en la casa de Felicity y William. Así, mientras Queen vive un enfrentamiento brutal con los presos, Felicity lucha desesperada por su vida.
La escena es notable y funciona mejor que todas aquellas oportunidades donde Oliver acudió al rescate de Felicity en las temporadas pasadas. Pero esta promesa de mejores secuencias de acción y un poco de misterio en una serie tan predecible se diluye casi instantáneamente.
Como era de esperar, Felicity no se quedará de brazos cruzados y, tal como pasa con Iris en The Flash o Mon-El en Supergirl, decidirá tomar medidas en sus propias manos, lo que amenaza con traer todo el drama digno de telenovela de vuelta a Arrow.
Por supuesto, en medio de todo esto, vuelven a aparecer los personajes secundarios Rene, Curtis, Dinah y Diggle, pero verdaderamente sus historias a estas alturas parecen irrelevantes ante la gran revelación de un nuevo Green Arrow en la ciudad.
El hombre tras la máscara es un completo desconocido, y pese a que la serie ya había jugado con el tema de un nuevo arquero, se siente como una idea intrigante, sobretodo a la luz de la nueva apuesta narrativa de esta temporada.
Dejando atrás los flashbacks que caracterizaron a la serie desde su génesis, el episodio "Inmate 4587" marcó el debut de los flashforwards que caracterizarán la séptima temporada de la serie. Estas nuevas escenas que mostrarán el futuro en un principio aparecen confusas, pero toman sentido cuando se revela que su protagonista una versión adulta de William que llegó a Lian Yu en busca de Roy Harper, quien se deja ver viejo y desgastado.
Lo que eso implica para el futuro de la serie no está claro e invita a especular en torno a la identidad del nuevo Green Arrow y que sucederá con Oliver en el futuro.
En base a su primer episodio, la séptima temporada de Arrow funciona muy bien cuando se atreve a cambiar su molde clásico de villano-problema-solución. También lo hace cuando se enfoca en las batallas externas e internas de Oliver Queen.
Sin embargo, las intervenciones de Rene, Curtis, Dinah y Diggle aparecen como innecesarias solo para plantearan el escenario de conflictos futuros evidentes que, junto con el rol en favor de la trama de Felicity, se condensan para amenazar los eventuales cambios de la serie.
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