Desde el momento en que fue anunciado Call of Duty: WII generó una gran expectativa, el juego regresaba a la Segunda Guerra Mundial, dejando a un lado (por ahora) los combates modernos.
El juego ya salió hace unos días y tras finalizar la campaña y luchar una gran cantidad de enfrentamientos en el online, acá están nuestras impresiones.
La lucha por sobrevivir
La cantidad nunca ha sido sinónimo de calidad y Call of Duty: WWII lo deja más que claro, el modo campaña a pesar de tener una breve duración, alrededor de 5-6 horas, tiene una historia que sin duda atrapa.
Esta nos pone en la piel del soldado Ronald "Red" Daniels y sus compañeros de la 1ra división de Infantería, quienes tras el desembarco de Normandía comienzan una serie de operaciones para poner la balanza a favor de los Aliados.
La historia abarca combates entre 1944 y 1944 y comienza con el Desembarco de Normandía, a lo largo de la campaña lucharemos en las calles de Francia, Bélgica, hasta finalizar en el cruce del río Rin.
Más allá de las batallas o los objetivos que persiga el grupo, lo que cautiva de la campaña es la historia de los diferentes soldados, quienes en ningún caso se muestran como una especie de Rambo y sólo buscan sobrevivir día a día mientras combaten con los alemanes.
Junto con tener una historia atrapante el juego tiene una diversidad de gameplay bastante atractiva para la corta duración que tiene, es así como tendremos batallas campales contra los nazis, misiones de infiltración, persecusión de vehículos y hasta pilotearemos un avión para proteger nuestros bombarderos.
Para estos diferentes elementos de la campaña es que en ocasiones controlaremos a otros personajes, dejando al soldado Daniels a un lado por momentos.
Quizás uno de los elementos bajos de la campaña es la misión final.
La campaña a pesar de tener un un gran desarrollo a lo largo de sus misiones, deja bastante que desear en su último episodio, ya que no es ni la batalla más épica ni la misión más difícil. Es más tras esta misión, que no tiene por ningún lado pinta de final, llega el epílogo que nos cierra la historia de la nada, dejando una sensación bastante extraña.
Multijugador: Acción permanente y mapas pequeños
En cuanto al multijugador el juego es bastante rápido y atractivo.
Quizás uno de los elementos bajos es que los mapas son bastante pequeños lo que hace que la acción sea permanente pero a la vez le quita atractivo frente a lo que pudimos ver en el modo campaña.
El multijugador comienza permitiéndonos elegir la facción que representaremos, hay cinco posibilidades algunas para jugadores más experimentados en la saga y otras para quienes recién se suman a esta.
En cuanto a los diferentes mapas en los que podremos jugar el multiplayer tiene nueve mapas, además uno extra para quienes hayan comprado el season pass, estos a pesar de que nos sitúan en diferentes ambientes son todos de un tamaño bastante similar (pequeños).
Dado lo anterior el paso desde aparecer al combate es casi instantáneo, incluso puede ocurrir que en ocasiones aparezcas avances un par de metros y ya estés recibiendo disparos otra vez (y acabes muerto).
Los controles se mantienen a como han sido principalmente a lo largo de la saga, y aunque acá no contamos con drones o moderna tecnología para el combate, en el modo historia nuestros compañeros nos aportarán con diferentes elementos para el combate como botiquines, granadas, munición, entre otros.
Al mantener casi la misma jugabilidad es que ya se vuelve casi instintivo el como jugar, lo que permite avanzar bastante rápido en la campaña y no pasar casi todo el tiempo muerto en el multiplayer.
Otro elemento a destacar del juego son los gráficos, los cuales lucen bastante, sobretodo en el modo campaña donde las diferentes cinemáticas complementan de gran manera la historia.
Para finalizar sólo queda mencionar que han pasado poco más de 10 años desde que la saga se alejó de la Segunda Guerra Mundial para dar paso a batallas modernas, ahora el juego regresa con todo a su línea inicial, gráficos de última generación, una historia atrapante y un multiplayer de acelerado ritmo, Call of Duty ha vuelto a sus raíces pero a la vez a dado un paso al siguiente nivel.