Esta semana se estrenó en los cines nacionales Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – To the Hashira Training, una nueva película de la popular serie de anime, la cual visualmente es espectacular pero que su disfrute depende en gran medida de que tan fanático que seas de la obra basada en el manga de Koyoharu Gotouge.
Lo primero que hay que mencionar es que Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – To the Hashira Training es una película recopilatoria, la cual en su primera mitad nos muestra el final del arco de la Aldea de Los Herreros, para luego entregar un adelanto de lo que se vendrá en la nueva temporada del anime que abarcará el arco del Entrenamiento Hashira. A lo largo de los años, Demon Slayer se ha destacado por su increíble animación y es que desde su primera temporada la serie sorprendió con sus llamativos combates con unos colores y efectos que a uno lo mantenían pegado a la pantalla. Este increíble atractivo visual se mantiene para esta película y es llevado al siguiente nivel al poderlo disfrutar en la pantalla grande.
A pesar de esto en esta película nos encontramos un problema y es que el combate que podemos apreciar, que es el que cierra la tercera temporada de la serie e involucra a Tanjiro y Hantengu, la Cuarta Luna Superior, no tiene el mismo nivel de espectacularidad que tuvieron combates previos como el de Tanjiro con Rui en la primera temporada o el de Tengen y Tanjiro contra Gyutaro en la segunda tanda de episodios, o incluso el combate entre Rengoku y Akaza en la película Demon Slayer: Mugen Train. Por lo que, aunque no deja de lucir increíble no es tan espectacular como se podría esperar.
Como ya mencionábamos, mientras la primera mitad está compuesta por el final del arco previo, la segunda mitad del filme nos presenta un adelanto del que será próximo arco de la saga, el del Entrenamiento Hashira, y acá nos topamos con otro problema y es que al ser el comienzo de un nuevo arco y del cual sólo tenemos un vistazo, la mayor parte de lo visto es contexto de lo ocurrido, mientras se sientan las bases de lo que se vendrá, sin ningún tipo de clímax.
Es así como nos encontramos con una película que cuenta con una estructura un tanto extraña en su elaboración, ya que todo el comienzo es un combate emocionante, aunque no de los más espectaculares de la serie, mientras que en la segunda mitad tenemos desarrollo, pero que queda inconcluso a la espera de la nueva temporada de la serie. Cabe recordar que este sistema ya lo habían aplicado en Demon Slayer con la película Demon Slayer: To The Swordsmith Village, y es un sistema que se disfruta en gran medida dependiendo de que tan seguidor seas de la serie, a diferencia de películas con una historia más cerrada que aunque no seas el más fanático igual la disfrutarás.
Con todo esto es que quizás uno de los puntos más alto de esta producción es su animación y es que Ufotable se ha lucido con cada una de las temporadas de Kimetsu no Yaiba y en esta ocasión no es diferente, y es que cada momento luce verdaderamente increíble en la pantalla grande.
Pero vamos al entrenamiento Hashira...
Sin duda la mayor motivación para acudir a los cines a ver esta película es tener un anticipo de lo que se vendrá en la siguiente temporada, es así como el filme nos anticipa una guerra sin cuartel entre Kibutsuji Muzan, quien ahora puso su objetivo en Nezuko luego de que esta conquistara el sol, con los Pilares debiendo entrenar ellos y a los diferentes cazademonios con el fin de poder estar a la altura del desafío que se avecina. Es así como tenemos un vistazo al plan que trazan los diferentes pilares, mientras Tanjiro se recupera de las heridas que le dejó el combate contra la Cuarta Luna Superior.
La película de esta forma sirve en gran medida como una generadora de ‘hype’, ya que nos deja con la emoción de querer ver más.
Quizás lo más emocionante que tenemos en la segunda mitad del filme, es un pequeño adelanto de lo que será la Fortaleza Dimensional Infinita, esto de la mano de Sanemi Shinazugawa, el Pilar del viento y Obanai Iguro, Pilar de la serpiente-, quienes tras enfrentar a un grupo de demonios nos entregan un vistazo a este lugar que marcará el fin de la historia.
En conclusión...
Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba – To the Hashira Training es una película que resulta atractiva visualmente, pero que no nos entrega mucho en cuanto a trama e historia, y es que la primera mitad ya la vimos y la segunda resulta bastante lenta con sólo algunos destellos como el vistazo a la Fortaleza Dimensional Infinita. De esta forma, es que la película sólo se la recomendaría a aquellos verdaderos fanáticos de Demon Slayer que quieren disfrutar una vez más del final de la temporada anterior pero esta vez en la pantalla grande.