Review | Doctor Strange y el Multiverso de la Locura, el éxito de una película improbable
La nueva película de Marvel Studios no solo se ve beneficiada de la participación del director Sam Raimi, sino que también logra sacar a relucir de manera notable a conceptos e ideas que antes solo eran propias de los cómics.
Si hace 15 años me hubiesen dicho que se estrenaría una película como Doctor Strange en el Multiverso de la Locura, simplemente no lo hubiese creído posible. Habría estado seguro de que el cine estaba demasiado lejos de aceptar algo como la idea propuesta.
Su imposibilidad habría respondido a la forma en que esta producción taladra, como una perforadora t-130, en aspectos de historia muy propios de los cómics como es el caso del multiverso.
En el ayer, en un terreno plagado de adaptaciones más convencionales, la idea de las variantes de un personaje, mundos paralelos trastocados al canon central y todo el factor más propio de las crisis y las guerras secretas, era visto casi como una quimera, un imposible, algo con lo que los fans de las viñetas solo podrían soñar con ver adaptado.
Al mismo tiempo, y siguiendo esta línea de pensamiento, si me hubiesen dicho que más encima la película funcionaría narrativamente, lo habría tildado de una locura. De hecho, habría llamado al loquero, solicitando que encerrasen al demente difusor de una propuesta tan ilógica.
Pero Doctor Strange en el Multiverso de la Locura no solo existirá a partir de su estreno durante esta semana, sino que también funciona a la hora de desplegar su historia. Y eso la convierte en una película improbable, solo posible de ser realizada por la forma en que ha avanzado este universo de superhéroes.
El primer detalle llamativo de esta secuela es que la narrativa logra defenderse más allá de las secuencias diseñadas para que la audiencia de Marvel Studios pegue el grito con el cameo de turno y potencie a esa viralización que convierta a esta película en un nuevo evento imperdible de esta narrativa seriada sin fin del MCU.
En su desarrollo hay una historia base que surge con una aventura, en la que la joven América Chavez es perseguida por su habilidad innata para saltar entre universos, y es tarea de Doctor Strange defenderla, acompañarla en un viaje cósmico y enfrentar a una amenaza demasiado poderosa como para enfrentarla sin la ayuda de un libro mágico.
En ese escenario, y aunque es posible realizar una serie de cuestionamientos, especialmente en aspectos más débiles de la narrativa, pues sale a relucir una especie de checklist que va concatenando los eventos, Doctor Strange en el Multiverso de la Locura de todas formas encuentra la luz constantemente de la mano de su director, Sam Raimi.
A pesar de que también puede surgir más de alguna voz que plantee que el director de todas formas está con las amarras propias que marcan a un terreno tan delimitado como este, especialmente por lo que debe suceder para armar al próximo capítulo de este universo cohesionado, el talento de Raimi fluye con una cámara firme que no solo le da la mano a lo que define al MCU, con todo y las secuencias de pantallas verdes excesivas, sino que también lo impregna con dosis de terror, un humor corporal propio del director de Evil Dead 2 y, de forma muy llamativa, secuencias que rompen las barreras entre lo imaginable y lo visualizable.
Ahora, ¿existe en esta secuela de Doctor Strange una secuencia tan buena y horripilante como el nacimiento del Doctor Octopus en Spider-Man 2? No, pero la tarea de Sam Raimi y su equipo para sacarle el partido a la historia está constantemente presente en dosis que tampoco se quedan atrás para explorar un terreno tan inexplorado en el MCU como lo es el terror. Y que aquí salga a relucir, en vez de quedarse como una mera promesa promocional, es digno de destacar.
En cuanto a la historia, que tiene un guión bastante conciso que hace mucho en poco más de dos horas de metraje, no hay mucho que abordar por ahora en detalle, ya que desde su primer arco se instala un llamativo giro que es mejor no revelar. Simplemente la mayoría se sorprenderá por la forma en que la amenaza antagónica se desenvuelve, cómo ello se conecta con el multiverso y las puertas que se abren para una serie de cameos.
Pero la gracia de Doctor Strange en el Multiverso de la Locura es que las sorpresas y apariciones especiales no importan a la larga, ya que la película nunca pierde de vista la importancia que tiene el escudriñar a Stephen Strange, Wanda y la propia nueva adición que representa América Chavez. Y en ese ámbito, Benedict Cumberbatch está mejor que nunca en el rol, pues logran dar con el vacío que marca a un personaje que siempre quiere controlar y hacer todo por su cuenta, mientras que la gran estrella de la película sin duda es Elizabeth Olsen, pues al fin sacan a relucir a La Bruja Escarlata. Todo lo anterior es lo que a la larga importa, pues el desarrollo de su mecánica está al servicio de lo que finalmente está en juego.
Finalmente, quizás hay gente que no vio WandaVision y verá esta película tras saltarse ese segmento de la historia serie. Quizás habrá otro segmento de personas que ni siquiera han visto todas las partes del gran puzzle que viene armando Marvel Studios en el cine y la televisión. Pero lo que logran con esta película, ya sea plasmando las posibilidades del multiverso o explorando rincones más mágicos de estos superhéroes, no solo es posible de ser entendido, sino que por sobre todas las cosas ser disfrutado. Y que eso se logre es lo que hace 15 años jamás habría esperado.
Doctor Strante y el Multiverso de la Locura tendrá un pre-estreno este 4 de mayo. Su estreno oficial se concretará este 5 de mayo.
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