¿Existe la suficiente novedad como para garantizar la adquisición del videojuego? ¿Se trata de una mera actualización glorificada? Ese es el tipo de interrogantes a las que nos enfrentamos con cada entrega de las franquicias anuales.

En ese sentido, la saga FIFA es una de las apuestas más representativas de ese ámbito y, pese que en algunas ediciones de su anterior motor de juego no lo lograban, año a año en EA Sports han intentado solventar la idea de que es necesario adquirir la más reciente edición del juego de simulación de fútbol por excelencia.

En lo que respecta a FIFA 19, desde la primera vez que accedes a su pantalla de presentación, la principal novedad lo representa la inclusión de la Champions League, que se hace presente con todo y su tradicional música para transmitirnos una idea: este el juego de fútbol más espectacular que podremos encontrar.

Esa apuesta va relacionado a la esencia clásica de simulación que explota las fintas y goles espectaculares, permitiendo que más que nunca no sea muy difícil conectar un gol de chilena desde un tiro de esquina, con la autenticidad inigualable que le entregan las licencias de estadios, equipos, camisetas e inclusive la recreación de los rostros de los jugadores más populares del deporte rey.

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La competición de clubes más importante del mundo es el foco que está al centro de los principales modos de juego. De hecho, la orejona es parte del partido amistoso que nos sirve de introducción a esta nueva temporada virtual que mantiene los relatos latinos de Eduardo Palomo y Mario Alberto Kempes.

La copa europea también es parte trascendental de la tercera y última entrega del modo historia conocido como "El trayecto", que propone llevar a Alex Hunter a la gloria del fútbol mundial con la camiseta del Real Madrid. En ese escenario, el traspaso de Cristiano Ronaldo a la Juventus sin duda fue un golpe fuerte a las pretensiones de EA, ya que el juego estaba claramente hecho para darle un protagonismo notable al portugués. Hay segmentos completos de la historia en donde se siente la ausencia de CR7.

El cierre de la trilogía también presenta una serie de novedades importantes para convertirlo en un modo mucho más atractivo que el de la anterior edición. En esta ocasión, no solo tomamos el control del destino de Hunter, sino que también está el desafío de llevar adelante las carreras del mejor amigo de Alex, abriéndose paso en la Premier League, o el de su hermana, que busca representar a su país en el Mundial Femenino.

El modo de el trayecto está ideado para avanzar las tres historias en paralelo, sino que también involucra desafíos particulares para cada uno de los tres jugadores, permitiendo que cada avance confronte un poco el factor de repetición que implican los desafíos de las sesiones de entrenamiento, probablemente el elemento menos atractivo de los últimos FIFA.

Por ejemplo, en lo que concierne a Alex Hunter está el trabajo con "mentores", que implica a jugar más coordinadamente con determinados jugadores del Real Madrid, ayudando a mejorar la relación del equipo y el incremento de habilidades del moreno delantero.

El modo historia no es el único que tiene novedades. FIFA 19 es la tercera entrega de la franquicia que hace uso del motor Frostbite 3, provocando que la experiencia adquirida defina a esta apuesta como un juego que se siente más fluido que la edición anterior, mejorando elementos sin la necesidad de reinventar completamente la fórmula que ha caracterizado al "estilo FIFA" de jugar fútbol de simulación.

En primer lugar, nos topamos con algunos cambios visuales, como la pequeña variación que ahora implementaron en el clásico sistema de estrategias seleccionadas con la cruz del control. Estas ahora incluyen algunas nuevas estrategias que vienen a remecer un ámbito que hace años que no sufría ningún tipo de alteración.

También hay mejores visuales sobre los cambios de selección entre jugadores sobre el terreno o la posibilidad de saltarse completamente las celebraciones presionando los cuatro botones superiores del control. Pero lo más llamativo probablemente tiene relación con la presentación de estadísticas para los enfrentamientos entre jugadores y con la CPU, permitiendo constatar de verdad quién es realmente el mejor.

Pero en el ámbito de la acción misma sobre la cancha virtual también hay mejoras en la balanza de la disputa del balón entre delanteros y defensores, la posibilidad de controlar rápidamente los balones e inclusive los propios disparos a la portería. Esta última es la mecánica con la variación más relevante.

EA Sports potencia inicialmente el uso del asistente durante los partidos para familiarizarse con los pequeños cambios en la dinámica del juego. En lo que concierne a los tiros al arco, ya que ahora nos permiten "disparar mejor" si presionamos el botón una segunda vez cuando el jugador disparará la pelota. El sistema no es recomendable para los disparos más fáciles, que convertirás igual si sigues la forma de disparo tradicional, pero sí funciona para darle un poco más de espectacularidad a algunos disparos que podrían tener menos opciones de inflar el balón.

Más allá de esos aspectos estratégicos, el nuevo FIFA sigue con algunos lastres que poco a poco han intentado solucionar. Ahí está la dinámica del balón, el hecho de que los pases sigan demasiados estandarizados, sin importar mucho la diferencia entre jugadores, o los aspectos de las físicas de los choques sobre la cancha. Pero estos detalles no empañan en nada la apuesta de un título que ha madurado lo suficiente como para sentir que realmente esta es la experiencia definitiva con el actual motor. Inclusive hay mejoras en los propios movimientos de los jugadores, ya que los más rápidos no parecen correcaminos.

FIFA 19 a grandes rasgos no es un juego que se duerma en los laureles y eso es lo mejor de todo. Inclusive elementos tan simples como los partidos amistosos tienen una serie de modificaciones que explotan la experiencia tanto en línea como en las clásicas reuniones con amigos.

Ahí están por ejemplo los partidos en modo de "todo vale" - aunque el resultado final no es tan caótico como uno podría esperar - o un entretenido estilo de sobrevivencia en el que vamos perdiendo jugadores a medida que anotamos goles. Pero también hay múltiples rutas para crear torneos o otro estilo de enfrentamientos que se veían más en los juegos de la era del Super Nintendo.

En general, probablemente nunca antes un FIFA que mantuviese el motor de juego había entregado tantas características a favor para responder afirmativamente a las preguntas que iniciaron esta reseña, alejándola por completo del temor habitual que instalaron las antiguas actualizaciones que solo buscaban meter la mano al bolsillo. Y evitar que eso se instale siempre será clave en el éxito de una franquicia anual como esta.

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