Por un lado, FIFA 22 inevitablemente sigue siendo un juego continuista, que no genera quiebres respecto a la tradición ya impuesta por la saga. Si por ejemplo juegas el modo carrera, las dinámicas base siguen siendo las mismas que ya se vienen estableciendo de ediciones anteriores e inclusive existen áreas que siguen sin modificación alguna pese al paso del tiempo.
Sin embargo, la nueva generación de consolas incluye el que es el principal gancho y la verdadera novedad: una modificación del gameplay que incluye una característica llamada HyperMotion. Se trata de una mejora que lo mejora todo en las nuevas consolas, ya que modifica lo que realmente importa: los partidos de 11 contra 11.
Como EA Sports utilizó un nuevo sistema de captura de movimiento para tomar los datos desde un partido de fútbol real, no solo hay movimientos mejorados y más realistas de los jugadores, sino que también se han creado ajustes que permiten que la simulación de FIFA 22 sea mucho más consistente con lo que uno espera de un videojuego de fútbol.
En ese sentido, esta nueva edición entrega la experiencia más completa y profunda de un título de este estilo. Y eso es algo clave para que a la larga termine validándose, inclusive cuando uno pueda - como lo establecí al comienzo - poner sobre la mesa que hay muchos de los cimientos conocidos que siguen sin cambio alguno.
Por ejemplo, ahora existe una mejora física respecto al movimiento del balón, por lo que ahora es más realista la intercepción de la pelota y el cruce de los rebotes. Tampoco es menor el hecho de que la velocidad de juego sea un poco más lenta que en ediciones anteriores, pero eso entrega un grado de realismo más llamativo en el desarrollo de los partidos. También hay otros ajustes mejoradas, por lo que los pases filtrados ya no son tan automáticos ni tan precisos como ocurría antaño.
La posición del arquero, la forma en que se cierra la defensa, los espacios que se abren en el mediocampo y los acompañamientos en el ataque se suman a la nueva amalgama. Es decir, hay toda una gama de nueva disposición sobre este terreno de juego virtual que provoca que la experiencia se sienta mejorada desde que tomas el control.
En ese sentido, como esta prueba fue realizada en una Playstation 5, otro elemento relevante tiene relación con el extra que entregan los controles hápticos a la hora de mover a cada jugador y recorrer el terreno, lo que ahora inclusive incluye la posibilidad de que este sea un juego de ve-lo-ci-da-des. Gol de Solabarrieta.
Jugadas como el autopase, las carreras echando a correr el esférico o la propia mejora en la inteligencia artificial de los porteros provocan que los cambios en el sistema de juego ahora sí sean notorios. Algo que lamentablemente no estará disponibles ni en las consolas de la antigua generación, PC ni menos en la Nintendo Switch.
La primera vez que enciendes FIFA 22 te encuentras con una nueva carta de presentación. Si antes era habitual encontrarse con un partido de exhibición inicial en la final de la Champions League, ahora nos topamos con una secuencia cinemática que nos invita a recorrer las calles de París.
Haciendo gala del fútbol callejero que también está presente en el videojuego, inevitablemente todo nos lleva a realizar una prueba en el PSG, toparnos con Thierry Henry y conocer algunas de las nuevas dinámicas que entran en ejecución en esta edición, como dirigir los movimientos de los compañeros tanto en defensas como en ataque. Es una carta de presentación que busca dejar en claro que hay cosas nuevas, pero también busca sentar las bases para los que sean completamente inexpertos.
Pero más allá de los elementos ya mencionados, igual hay varias mejoras adicionales en cada uno de los modos. No son algo drástico, pero al menos son cambios que permiten empujar a la personalización. Por ejemplo, en la carrera y en Clubes Pro ahora tenemos la posibilidad de crear un equipo desde cero, con todo y su estadio, para reemplazar a un equipo de alguna de las ligas disponibles.
También se pueden definir sus condiciones económicas, lo que permite que la plantilla se rellene con jugadores aleatorios de una o cinco estrellas. Obviamente eso implica que en el modo DT puedes crear a tu propio Ted Lasso y agregar al AFC Richmond en reemplazo de otro equipo inglés. Y eso es precisamente lo primero que hice en mi caso. Futbol it’s life.
Cada modo tiene algunas mejoras, más o menos profundas, pero en el corazón de FIFA 22 sigue el foco de recrear el ambiente en torno al balón como todo un entretenimiento deportivo. Hay estadios recreados a la perfección, jugadores estrella que lucen como recreaciones digitales idénticas a los reales y un trabajo sonoro reforzado que incluye cientos de canciones que siguen la tradición excepcional de los videojuegos de EA.
Pero como lo que a la larga termina importando es la propia experiencia dentro del terreno virtual, hay que dejar en claro que este título se siente realmente como el corolario de las mejoras que empezaron a redefinir a esta saga hace años y que la terminaron encumbrando de una forma en la que terminó arrasando con la competencia. Pero tal como le ocurrió a Vince McMahon, el no contar con rivales puede terminar estancando las cosas.
En ese sentido, varias de las mejoras ya mencionadas realmente se sienten como un plus, pero la locura por los lanzamientos anuales requerirá finalmente de que se generen transformaciones más profundas en sus modos de juego. En el caso de FIFA 22, no hay un modo historia que acompañe al lanzamiento, por lo que la homogeneidad de algunos sectores de su cancha igual es notoria. Y aunque existe el dicho de “si funciona, no lo toques”, eso también puede volver su propio problema.
Y eso es lo que importa a la larga, porque en este tipo de videojuegos, la gran merma sigue siendo que una edición solo termine reducida a una mera actualización de plantillas. Aunque aquí hay mejoras palpables en el gameplay o actualizaciones para impulsar la competencia - y el gasto de dinero en loot boxes - en el Ultimate Team (Que es el modo que a la larga le importa a EA), inevitablemente debo recalcar nuevamente que también hay un armatoste impoluto que sigue sin entregar mejoras que los fanáticos vienen reclamando desde hace bastante rato. Y como en mi caso juego principalmente el modo carrera, hay sectores que han lucido igual por demasiado tiempo.
Lo que queda a la larga es un juego que responde por una mejora notable en lo que concierne al HyperMotion, pero que sigue estableciendo un entorno que año a año se vuelve cada vez más familiar. Obviamente FIFA 22 se instala como el videojuego definitivo de la saga, pero eso mismo ya se decía del FIFA 21. Y sí ya no tiene una competencia potente, eso también es un desafío dentro de sí mismo.
Al menos por ahora lo que importa es que el cambio en el desarrollo de los partidos es lo suficientemente bueno como para opacar otros aspectos más conservadores de esta entrega. No solo nuestros movimientos se sienten con mejor fluidez y reacción sobre el terreno de juego, sino que también la pelota y los jugadores controlados por la IA responden de una forma nunca antes vista en un videojuego de fútbol. Así que sí, por un lado superficial, FIFA 22 no es un cambio dramático respecto a entregas anteriores, pero al menos cuenta con un cambio profundo que lo termina validando. Pero que eso funcione ahora, no quiere decir que volverá a suceder en el futuro.
FIFA 22 saldrá a la venta en todos los sistemas, pero la recomendación es acceder a la versión de PS5 o Xbox Series X|S.