Ocho años han pasado sin una nueva entrega numerada de Final Fantasy y aunque la espera ha sido larga, la popular saga JRPG finalmente regresa con un nuevo título, Final Fantasy XVI, juego que atrapa de principio a fin tanto por su historia, jugabilidad como por sus increíbles gráficos, los cuales ya sean en eventos cinemáticos o al momento de recorrer el mundo cautivan por su apariencia y nivel de detalles.
Lo primero que hay que mencionar de esta entrega es que la historia se siente mucho más oscura que otros juegos de la saga y esto se puede apreciar desde las primeras horas de juego. Es así como los desarrolladores parecen haber tomado una enorme inspiración de exitosas sagas como Game of Thrones, donde el conflicto armado y la fantasía es sólo una parte de la trama, que se enfoca mucho más en las relaciones de personajes, sus motivaciones e ideales.
Es así como la historia nos traslada hasta la región de Valisthea, donde la frágil paz entre diferentes naciones está al borde de romperse. Es en este contexto que tomamos el control de Clive Rosfield, quien tras perder a su hermano, comienza un viaje guiado por la venganza para encontrar al responsable. En el camino es que conocerá a Cid, un bandido que está buscando crear un nuevo mundo donde las personas puedan morir en libertad y que ayudará a Clive a descubrir la verdad tras la muerte de su hermano.
Hay que mencionar que la historia de Final Fantasy XVI tiene una gran amplitud con motivaciones para cada uno de los reinos y personajes que están presentes en la región de Valisthea. Es así como en ocasiones puede que algunos aspectos no queden del todo claros, para esto es que desde Square Enix han implementado un sistema en el que puedes revisar al momento de las cinemáticas diferentes tópicos de los que se están hablando, desde personajes hasta lugares. Esta guía en ocasiones entregará detalles que no se mencionan en los diálogos, como funcionamiento de las diferentes regiones o el origen de ciertos de personajes.
A pesar de todo esto y aunque sonar un poco abrumante, la historia no resulta difícil de seguir y cuenta con un atractivo ritmo de principio a fin, con un gran desarrollo a lo largo del tiempo y cinemáticas que cautivan visualmente, siendo el acompañamiento perfecto para la trama. En este aspecto hay que mencionar que el juego en ocasiones abusa un poco de las cinemáticas pero no se vuelve algo pesado o tedioso de ver.
Una jugabilidad que mejora con el tiempo
En relación a la jugabilidad hay que hablar de dos puntos, por un lado el combate y por otro la exploración que entrega el mundo de Final Fantasy XVI, en relación a este último hay que mencionar que el juego aunque cuenta con algunos escenarios más abiertos, estos no son de muy gran tamaño, algo que se entiende si se tiene en cuenta los gráficos que posee este título. Es así como la exploración de algunos lugares como castillos o bosques es más bien lineal, donde debemos ir avanzando por el único camino disponible mientras enfrentamos a diferentes enemigos.
Por otro lado, en relación al combate este parte un poco lento pero mejora considerablemente a medida que vamos avanzando en la historia y es que al comienzo del juego son pocas las habilidades que poseemos y las cosas que podemos hacer durante los combate, pero ya una vez avanzado el juego, puntualmente cuando ya se pueden equipar tres Eikon, las invocaciones que nos dan las habilidades en Final Fantasy XVI, es que la jugabilidad pega un enorme salto, sobre todo si consideramos que podemos mejorar las diferentes skills para luego equiparlas sin importar el Eikon que estemos utilizando.
Ya llegado este punto es que nos encontramos con una jugabilidad que se siente bastante completa y que se puede ajustar de forma perfecta a nuestro estilo de juego, ya sea combatiendo a distancia o de cerca, centrándonos en los contraataques o en esquivar. La variedad de habilidades resulta bastante atractiva y permite realizar una variedad de combinaciones.
En esta misma línea hay que mencionar que los combates contra los jefes resultan bastante atractivos y resulta inevitable notar algunas similitudes con Final Fantasy XIV, el exitoso MMORPG de la franquicia. De esta forma, es que varios combates se sienten como los enfrentamientos (Trials) del juego online, donde debemos esquivar una serie de AoE que se señalan de alguna forma en el terreno mientras utilizamos nuestras habilidades para atacar.
Gráficos que se lucen de principio a fin
Sin duda uno de los aspectos que más llama la atención de Final Fantasy XVI y que lo hace desde un primer instante son sus gráficos y es que el juego cautiva desde un primer instante por como luce y el nivel de detalle con el que cuenta. Este aspecto visual que se destaca en las cinemáticas se eleva al siguiente nivel cuando hablamos de las batallas de Eikon y es que varias de estas son un verdadero espectáculo visual que cautiva ya sea en los momentos cinemáticos como de más acción.
Lamentablemente, los gráficos vienen a un costo, y acá es cuando nos enfrentamos al tema del rendimiento del juego. Lo primero que hay que mencionar es que el título funciona bien, pero en ocasiones tiene unas caídas en los cuadros por segundo. A pesar de esto el juego cuenta con un modo rendimiento y un modo gráfico, con el primero de estos tampoco alcanzando una completa estabilidad en los fps. Por esto te recomendamos jugarlo en el modo gráfico ya que el juego lo vale y aunque funcione a menos fps se mantiene bastante estable.
Otro aspecto que hay que destacar del juego es la banda sonora y es que Masayoshi Soken, quien ya se había destacado por su trabajo en Final Fantasy XIV, se luce una vez más con una banda sonora que complementa de forma perfecta esta historia de épica medieval.
Finalmente hay que hablar del post-game y la dificultad del juego y es que Final Fantasy XVI no es un juego difícil, una vez ya comprendes las diferentes mecánicas son pocas las batallas que resultan realmente en un desafío. A esto hay que sumar el hecho de que el juego sólo cuenta con dos modos en un inicio el cinemático y centrado en acción, ninguno de los cuales representa un verdadero desafío. Ante esto desde Square Enix han tomado cartas en el asunto y han implementado un tercer modo llamado Final Fantasy, este modo de juego se desbloquea una vez acabado el título a través de la pantalla de New Game+ y nos permite volver a jugar la historia con nuestro personaje y todas las habilidades que hayamos aprendido previamente pero aumentando considerablemente la dificultad. Este modo más allá de subir el nivel a los enemigos, cambia a las criaturas que encontramos por nuestro camino por otras de mucho mayor nivel y más fuertes, siendo el modo ideal para todos los que buscan un desafío al momento de jugar.
En conclusión..
Final Fantasy XVI es un excelente juego de principio a fin, cuenta con una historia atrapante y madura que se desarrolla de buena forma a lo largo del tiempo. De igual forma, el juego es acompañado por una jugabilidad atractiva y rápida que nos tendrá en todo momento realizando acciones mientras acabamos con nuestros enemigos. Quizás el aspecto que más destaca de la entrega y que hace que valga la pena probarlo es su construcción de mundo con reinos y personajes con sus propias historias y motivaciones, historias que en ocasiones no están presentes en la trama central pero que se pueden conocer a través de los textos y misiones secundarias.