Dicen que durante los 80, Nintendo ideó la idea de ROB, el robot compatible con la NES para hacer pensar a los padres que en realidad le estaban comprando un juguete a sus hijos en lugar de una consola, que a esas alturas ya comenzaban a tener mala fama.
Un caballito de troya que, al menos en Estados Unidos, sirvió para masificar la consola de la compañía y para convertir en un ícono al pequeño robotito.
Años más tarde, la compañía repetiría la misma estrategia pero de una manera diferente. La Wii, la consola que introdujo los controles de movimiento, se vendía junto a Wii Sports, un juego que permitía imitar los movimientos de deportes para jugar partidas de Tenis, Golf y Boxeo digital. La excusa ahora era "mamá, papá, compremos una Wii que sirve para hacer ejercicio", pero en realidad era la puerta de entrada a drogas más duras como Mario, Zelda, Metroid o Kirby.
Pero a diferencia de lo que pasó con ROB, el desarrollo de juegos para mantenerse en forma de convirtió en una suerte de identidad para la pequeña consola blanca de Nintendo. Juegos de baile, de Zumba y de aeróbicas, todas coronadas por el Wii Fit y su infame Balance Board.
Una identidad que murió junto con la Wii: La Wii U contó con varios de esos juegos pero sin lograr los mismos resultados y la Switch tampoco necesitó de ella para validarse, si fue lanzada con el mejor Zelda que ha hecho la compañía.

Pero es precisamente ese espíritu de "la consola también te puede servir para algo positivo" que el estudio Imagineer lanzó hace ya unas semana un juego llamado Fitness Boxing, un título que como su nombre deja entrever, está hecho para quienes usar su Switch para mantenerse en forma y en una de esas, bajar esos kilos de más.

En esencia, Fitness Boxing es solo una serie de lecciones de aerobox que utilizan los sensores de movimiento de los Joy-Con de la Switch para medir el movimiento de tus brazos mientras haces jabs, ganchos, uppercuts y otros movimientos asociados al deporte.
Todo esto mientras recibes la guía de tu instructor o instructora, quien oficia como una suerte de espejo para imitar sus movimientos, además de entregar feedback para asegurarse de que estás respirando bien, con una buena postura y eso.
Junto a las indicaciones del o la instructora, aparece el que quizás sea el único elemento que separa a este juego de las lecciones de aerobox que veías en el matinal: una serie de paneles que, al igual que un juego de ritmo, corren por la pantalla y que indican cual es el momento preciso en el que debes hacer el golpe necesario y con la mano indicada. Depende de que tan preciso seas con el timing aparecerá un indicador de bueno, malo o perfecto, y con ello, al final de la canción un porcentaje con tus aciertos.
De fondo, una serie de canciones famosas pero en sus versiones instrumentales, con un repertorio que trae desde Call Me Maybe hasta Bad Romance, pasando por Moves Like Jagger, Born This Way y, mi favorita, Cartoon Heroes de Aqua.
Muchas de estas versiones podrían parecer insultantes si este fuese un juego de ritmo, pero en realidad cumplen la función de hacer ruido para mantenerte activo mientras haces las rutinas. Independiente de la canción, los puños se moverán al mismo ritmo así que no le veas como un elemento demasiado importante del gameplay.
El juego si te premia mientras más juegues con accesorios cosméticos para vestir a tu entrenador, y con eso se acaban todos los elementos realmente de "juego" que tiene Fitness Boxing.
El problema, creo yo que tiene el título, es que en realidad no se preocupa de qué tan bien o mal hagas los ejercicios. La Wii Balance Board, por ejemplo, medía tu equilibrio y podía guiarte para hacer mejor una pose de yoga. Acá da lo mismo la forma con la que lances un golpe: si mueves rápidamente un puño el sistema puede tomarlo como un jab, un gancho o un uppercut. De hecho, puedes pasar todas las rutinas sentado en el sillón, moviendo las manos cuando sea necesario.
Pero claro, eso sería hacer trampa pero no al juego, sino que a ti mismo.
Es por eso que Fitness Boxing, al igual que muchos otros juegos de la era de la Wii, es más bien una excusa para hacer ejercicio, moverse un poco más y sudar en el hogar, más que un juego o una herramienta deportiva de la cual fiarse.
De todas formas, sigue siendo un buen producto, hecho para que la gente de tu casa crea que la Switch hace bien, y con la que hasta familiares quieran probarla a veces. Lo que sí les recomiendo es que compren la versión digital, ya que este no es un juego que quieras estar colocando y sacando de la Switch, sino que un ícono que te estará juzgando en el menú permanentemente por pasar muchas horas sin actividad. Y es gracias a esa culpa que Fitness Boxing realmente brilla.