Cuando una compañía lanza una familia completa de productos, es natural que la atención tanto de la prensa como de los consumidores vayan hacia los modelos más poderosos de esa gama. Los flagships como los llaman.

Ya sea que lleven un +, un Pro, una S o un Max como apellido, todos los ojos suelen volcarse rápidamente hacia ellos. Y con razón: son la máxima expresión de la propuesta de una compañía, es su producto estrella y, por consiguiente, el que debería funcionar mejor. Es, además, por el que más caro nos cobran.

Y es en esa niebla generada por el mismo entusiasmo y el marketing que sus hermanos menores terminan perdiéndose, a pesar de poder ser opciones mucho más interesantes para varios usuarios. Hoy hablaremos entonces del Huawei P30, el teléfono que fue lanzado junto al P30 Pro hace ya unas semanas y que a pesar de no llevar un Pro en su nombre, también tiene cosas que decir.

Y comencemos con las cosas que comparte con su hermano mayor: tienen el mismo procesador Kiron 980, la misma versión de sistema operativo y la misma cámara frontal en forma de gotita que, además, posee los mismos megapixeles. Y si, viene en los mismos colores incluyendo el Breathing Crystal del que tanto me enamoré.

La pantalla de este modelo también es OLED, aunque es más pequeña -6,1 pulgadas vs. las 6.47 del modelo Pro- lo cual para muchos puede ser una ventaja: es el mismo poder del gama premium, pero en un tamaño más accesible para guardarse en el bolsillo o simplemente manejarlo. Eso sí, posee más bordes oscuros y esto es porque, a diferencia del P30 Pro, este teléfono no posee una pantalla curva.

Pero déjenme decirles que, en pos de la comodidad, el hecho de no tener una pantalla de borde curvo es mucho mejor: el equipo no se resbala tanto de tus manos y además, son mucho más amigables con protectores de vidrio y accesorios. Por tamaño y por forma, sí, el P30 es por defecto mucho más cómodo que el P30 Pro, aunque la reducción de tamaño también implica reducción de otras cosas.

La batería es más pequeña, aunque sigue durando prácticamente todo el día, solo que con menos holgura que, incluso, el Mate 20 Pro. Sobre todo si la vas a usar para tomar muchas fotos, es algo para tomar en cuenta. También viene con 6GB de RAM en vez de 8, lo cual, de nuevo, salvo que hagas uso del multitasking o necesites correr apps demasiado demandantes como juegos o editores de videos, es suficiente.

Otra ventaja por sobre el Pro es que viene con un puerto para audífonos "tradicionales", lo que también hace que sea un poco menos resistente al agua que su rival, pero que te permitirá guardar tus audífonos al menos por uno o dos años más.

Pero ¿y qué tal van las fotos? Porque convengamos que todo lo que un modelo de la línea P de Huawei nos promete es tener las mejores fotos posibles para ganarnos todos los likes del universo.

En nuestra reseña anterior dijimos que la cámara del P30 Pro era la nueva cámara a vencer e incluso le hicimos una prueba completa en París. Así que si quieres comparar resultados, el contenido está ahí, pero creo que, con tan solo ver algunos de los resultados obtenidos por la cámara podemos llegar a una conclusión: la cámara del P30 es prácticamente igual de buena que la del modelo Pro porque son, en la mayoría, los mismos sensores, al menos en la cámara principal y el gran angular. Y estas son las pruebas:

Y ahora, la prueba estándar de los amiibos y la foto nocturna, ambas con excelentes resultados.

¿Qué es lo que pierde el P30? No tiene el super zoom telescópico ni el sensor que ayuda a mejorar los efectos bokeh en modo retrato. Pero si me preguntan a mí, ninguno de los dos se extraña demasiado. El uso que se le puede dar al Super Zoom es muy específico -y este equipo igual trae un zoom óptico de 3x, que ya es mejor que la competencia- y en el efecto de desenfoque, bueno, podría ser quizás lo único donde realmente le gane, pero ahí dependerá del tipo de imágenes que quieras tomar.

Ahora, la cámara no es lo único donde este equipo sufre algunas bajas. El lector de huella en pantalla, por ejemplo, es muy impreciso, al punto que prefiero desbloquear al equipo usando una clave, a la vieja usanza. Y como mencionamos anteriormente, la batería efectivamente dura menos ya que es más pequeña.

Pero si lo que más te importa es la calidad de fotos que toma, el P30 podría incluso ser una opción superior al modelo Pro si es que buscas un formato más pequeño, más cómodo y que luzca un pelito menos premium. Pero por la diferencia de precio igual estás obteniendo un rendimiento óptico insuperable en un formato que sin ser Pro, termina haciendo igual la pega. Y al final del día, eso es lo que nos importa.