Cuando se trata de videojuegos de peleas basados en manga/anime, uno de los elementos que generalmente está presente es el dulce fanservice pensado para endulzar la experiencia de los cultures de cada franquicia. Lo anterior obviamente es un motor importante, pero no son raras las ocasiones en donde el factor de los combates queda al debe y eso provoca que no sea fácil cautivar a los jugadores que no son precisamente los mayores fanáticos de la saga en cuestión.
JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star Battle R, la más reciente propuesta basada en la obra escrita e ilustrada por Hirohiko Araki, es un exponente que logra obviamente está en esa áreas, pero al menos también puede llegar a atraer a personas que no son precisamente los mayores fans de los Jojo’s (como es mi caso), cortesía de las mecánicas de combate disponibles en este título desarrollado por el estudio CyberConnect2, quienes trabajaron previamente en videojuegos como las sagas .hack,, Naruto: Ultimate Ninja y el relativamente reciente Dragon Ball Z: Kakarot..
A grandes rasgos, y presentado por la compañía Namco Bandai, lo primero que hay que destacar es que este videojuego incluye todo lo que se espera de un videojuego de peleas.
Por eso su propuesta nos entrega varios modos offline que permiten tomar alguno de las decenas de personajes disponibles para ser parte de batallas frenéticas que incluyen la posibilidad de desplazarse a través del escenario en 3D al estilo Tekken, utilizar la ayuda de algún personaje en modo “striker” tal y como fue popularizado en Kof o cargar las barras de energía para ejecutar súper ataques como ya es tradición en el género. Todo esto siguiendo la clásica dinámica de ataques en diversas intensidades, combinaciones de técnicas, resguardar la defensa para que esta no sea quebrada y esperar el momento justo para el contraataque.
El sistema de combate es bastante simple de dominar si es que tienen una buena experiencia previa con las principales franquicias de videojuegos de pelea, aunque obviamente, como suele suceder con cada exponente de este género, se requiere de un tiempo para acostumbrarse a las habilidades particulares de cada personaje. De ese modo, evitarán que a cada rato tengan que revisar la lista de movimientos.
En ese sentido, las combinaciones, las mecánicas de cada enfrentamiento - incluida la interacción con la opción de desbloquear elementos secretos en cada nivel de pelea - se resuelve con una curva de aprendizaje rápida y bastante accesible, aunque sí debo reconocer que el juego se siente un poco tosco a la hora de experimentar los movimientos y desplazamientos de algunos personajes. Aunque uno no espera que todos se forman de una forma tan dinámica como los personajes de videojuegos como Dragon Ball FighterZ, existen algunas instancias que podrían haber dado a mejorar en el paso entre la posición estática, los saltos o las carreras que emprendemos con algunos personajes.
Pero puestas esas cartas sobre la mesa, inevitablemente es necesario recalcar en ese sentido un elemento clave para que su propuesta no se sienta tan contemporánea como debería: este videojuego es una remasterización del título del mismo nombre lanzado fuera de Japón en 2014, por lo que todos aquellos que ya disfrutaron aquella experiencia simplemente se encontrarán con un par de mejoras, incluyendo ajustes en el ritmo y opciones durante los combates (incluyendo las carreras con salto) o las voces que se han añadido directamente desde las adaptaciones de anime.
Otro cambio implica a uno de los modos offiline, el All Star Mode que permite replicar grandes enfrentamientos del manga pero de una forma no lineal. Es decir, aunque perfectamente pueden comenzar con la saga de Phantom Blood, también pueden hacerlo con Diamond Is Unbreakable. Lo claro es que si logran superar cada una de las sagas, pueden desbloquear al protagonista de JoJolion. En todo ese apartado, existen combates canónicos, enfrentamientos contra los rivales de cada historia e inclusive unas luchas en estilo “What if?” que permiten abordar cosas que no suceden en la obra de Araki.
En ese sentido, considerando que el videojuego original salió hace poco menos de una década, existen secciones que tienen menos cuidado, implicando a sagas que fueron adaptadas al anime de forma más reciente. De ahí que si quieren un gran contenido sobre Stone Ocean, que recién fue adaptada en 2021, estarán un poco defraudados, al igual que con sagas como Jojolion, que aún ni siquiera tienen versión audiovisual.
Más allá de eso, quizás lo más relevante es que el aspecto visual del videojuego está muy bien cuidado y su presentación en consolas de nueva generación lo hace lucir mejor que nunca. Los personajes tienen un movimiento realmente fluido en los combates, los escenarios son llamativos al replicar la visualidad en general de la saga y los movimientos especiales son presentados con toda la grandilocuencia que se espera.
En paralelo, y considerando que fuera de línea se pueden enfrentar diversos desafíos para obtener una moneda que permite desbloquear elementos en la tienda, el videojuego también cuenta con un modo en línea que invita no solo a jugar de forma casual, sino que también a tener una experiencia competitiva en la que se pueden sortear rivales de todo el mundo, cumplir desafíos semanales y buscar liderar la clasificación. Pero tengan en cuenta que, desde el lanzamiento, varios jugadores han reclamado por los problemas de conectividad, pues su netcode es obsoleto, por lo que ese es un factor con el que tendrán que lidiar.
El resto es una experiencia que obviamente entrega importantes dosis de fanservice, pero que de todas formas logra situarse como un buen exponente de peleas que puede aprovechar el alza de popularidad que ha experimentado la saga gracias a las adaptaciones de anime que se han estado realizando para trasladar a sus celebradas aventuras extrañas.
JoJo’s Bizarre Adventure: All-Star Battle R ya está disponible en Nintendo Switch, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S, y Microsoft Windows a través de Steam.