Como toda película sobre el misterio que ronda a una muerte, abordar casi cualquier detalle de Knives Out, titulada en Latinoamérica como Entre navajas y secretos, implica spoilers. Claro, como al centro de todo está una investigación de múltiples giros, y la verdad sale a relucir solo en sus últimos minutos, no tiene sentido profundizar en la forme en que se articula su historia. Solo basta con tener claro que un viejo escritor exitoso aparentemente se ha suicidado durante su cumpleaños y el arribo de un detective famoso deja en claro que todos son sospechosos, pues el resto es mejor descubrirlo por tu cuenta.

Siguiendo la tradición de las historias policíacas de los "whodunit", que siempre tienen relación con la búsqueda del culpable de un crimen, Knives Out es una película intrincada, armada de forma excepcional, en la que cada pieza tiene su razón de ser. Es decir, nada está al azar en esta película escrita y dirigida por Rian Johnson, quien claramente dispara con todo su talento para exorsizarse del ruido generado por su última experiencia en el terreno de los blockbusterss.

Con giros sobre giros, y muchas veces dentro de si mismos, como el "agujero de una dona", la mayor fortaleza de Knives Out está en la forma en que su relato se va desentramando, la forma en que el misterio sale de los clásicos confines del "quién lo hizo". En su propuesta, importa mucho más el por qué y cómo cada acción está justificada en pro de esconder y revelar aspectos de cada uno de sus personajes.

A partir del trabajo de un sólido elenco, que incluye a Jamie Lee Curtis, Daniel Craig, Ana de Armas, Toni Collette, Christopher Plummer, Michael Shannon, Lakeith Stanfield y Chris Evans, entre otros, Knives Out también brilla como una de las mejores películas del año por la forma en que crea las diversas interacciones entre los sospechosos, las dinámicas que salen a la luz con sus conversaciones y cómo las expectativas son constantemente puestas en jaque al intentar entender lo que realmente sucedió.

Como la familia al centro del misterio es acaudalada, rápidamente vamos percatándonos de que todas son personas que se desviven por su privilegio e inclusive pueden llegar a ser completamente ciegos de sus acciones, pues crean sus propios mundos que no se condicen con la realidad de su relación con el patriarca de la familia. En contraste, la única persona confiable es la enfermera, interpretada por Ana de Armas, quien tiene una condición que le impide mentir, ya que vomita con la sola idea de intentar no decir la verdad. Y eso da a situaciones muy graciosas.

Al centro también está el detective interpretado por Daniel Craig, quien sigue la línea de los más clásicos investigadores de las novelas policíacas, pero reluciendo como un pez fuera del agua en la sociedad contemporánea en la que se mueve el relato. Sin embargo, aunque su propia elección de casting parece completamente equivocada, el trabajo del actor explica perfectamente el por qué fue elegido para la tarea. Lo mismo podría decirse del trabajo de Chris Evans, quien interpreta de gran forma a la oveja negra de la familia.

Construida de forma meticulosa, y con un trabajo cinematográfico de primer nivel, Knives Out es de esas películas que realmente se gozan y eso es lo que más debiese primar. Desde lo preciso de sus diálogos, y la forma en que muchos generan pistas que cobran fuerza una vez que la verdad sale a la luz, al modo en que su homenaje al género va subvirtiendo las expectativas, ya que se trata de una actualización hecha para reflejar al 1%, este es un trabajo que debe verse en el cine. Especialmente por que ya es raro ver este tipo de producciones.

Pero lo más importante de todo es que se instala como una película muy inteligente, que maneja a la perfección el ritmo de sus giros y que, más encima, da vuelta el misterio cuando uno menos lo espera. Sí, Knives Out demanda atención para no perderse detalle alguno, pero también paga con creces a la hora de ver qué hay debajo de su velo: una delicia cinematográfica.

https://www.youtube.com/watch?v=mqPQX6ZxtTU