Que es un deporte de caballeros. De viejos. Solo accesible para la élite. Esas son las primeras palabras que a muchos se le vienen a la mente cuando se habla de golf.
En mi caso, lo que se me viene a la cabeza es una sola cosa: una aburrida. Esa sola idea me ha alejado de todos los torneos de maestros habidos y por haber. Más aún, la única vez que lo he soportado es en esa joya de Adam Sandler conocida como “Happy Gilmore”.
Por eso la sola idea tomar el control de Mario Golf: Super Rush, el nuevo videojuego deportivo con los personajes de Nintendo para la Switch, se me plantaba como un desafío. Especialmente considerando que nunca probé el World Tour que salió para Nintendo DS.
¿Lo abandonaría a los cinco minutos? ¿Me darían ganas de transformar a una escoba en un palo de golf para golpear el televisor de pura aversión hacia este deporte de precisión? De ese corte eran las interrogantes que surgían en mi primer acercamiento.
La verdad es que abandoné el juego en santiamén, jugué partidas de 18 hoyos e inclusive le dediqué tiempo a su modo historia, el cual nos invita a crear a un Mii para llevarlo desde las sesiones de entrenamiento y sus torneos más simple a las batallas en campos llenos de elementos al más puro estilo Nintendo. Lo que no cambió, sin embargo, es mi impresión sobre el golf. Sigue pareciéndome algo poco atractivo de experimentar, especialmente si no está involucrado Happy Gilmore.
Aún así, Mario Golf: Super Rush tiene algo a su favor: tiene los tutoriales suficientes como para que el más neófito pueda entender los conceptos básicos de sus mecánicas de juego. Birdie, eagle, boogie, todo se entiende de forma bastante rápida, al igual como la forma de elegir los disparos, palos y desafíos de los terrenos de cada hoyo.
¿Qué más? Pues el videojuego también incluye súper poderes, lo que de inmediato vuelve al golf en algo más emocionante de lo que nunca ha sido para mi.
A grandes rasgos, el videojuego está dividido en varias secciones. En “Golf a tu modo” podemos disputar series a nuestra punta. Está el golf tradicional en el que podemos definir si queremos jugar por golpes o por puntos. También definimos si queremos que el juego sea por turnos o que todos disputen los hoyos de forma simultánea. En paralelo, también podemos definir si jugamos con botones o con movimiento a través de los joycons.
A ese modo tradicional, también está la opción de golf rápido (en el que debemos correr tras la bola para completar cada hoyo de la forma más rápida posible) y una batalla de golf, que es el modo más atractivo ya que competimos en una arena de combate en la que nos enfrentamos a rivales que golpean la pelota al mismo tiempo. El objetivo ahí es ser el primero en completar tres hoyos, pero el terreno de juego incluye bombas, súper ataques y otro tipo de barreras que no la ponen más fácil. Es el modo de juego más dinámico para todos aquellos que, como yo, no le encuentren ningún brillo al golf tradicional.
Además de un reto en solitario, en el que podemos sortear pruebas de puntuación o contrarreloj, Mario Golf: Super Rush también incluye el mencionado modo de aventura, en el que tenemos una experiencia más completa mezclando los diversos modos de juego. Es un poco tosca al comienzo, especialmente cuando hay que pasar los tutoriales, pero es fácil agarrarle la onda de tomar el control de Mii para ir mejorándole sus características con nuestras victorias. El otro detalle es que permite desbloquear más pistas, aunque también eso se puede hacer en el resto de modos.
Y a eso nos enfrentamos al final. Inicialmente hay 16 personajes (Desde Mario, Luigi y Wario a Bowser, Donkey Kong y el Rey Bob-omba), aunque también se suma nuestro Mii personalizado, y la experiencia con el videojuego depende mucho de si lo disputarán con amigos (el mejor escenario), de forma online con otros jugadores o en una instancia más individual enfrentándote solo contra la CPU.
Probablemente la experiencia con otros humanos en un mismo lugar, utilizando los controles de movimiento, sea la experiencia con la que más rinda este juego que es lo más divertido que puede llegar a ser el golf para mi.