En agosto del año pasado salió a la venta la nueva versión de Microsoft Flight Simulator, un videojuego que cautivó a un montón de jugadores por su despliegue gráfico que permitía ir a cualquier parte del mundo sobre un avión. Más aún, incluyendo condiciones climáticas en tiempo real, lo que entrega una nueva arista al despliegue de la simulación de esta propuesta desarrollada por Asobo y Microsoft Game Studios.
Pero ante su inminente arribo a las nuevas consolas de Microsoft, la duda era una sola: ¿Podrían mantener en el nivel en su paso a los dispositivos de sobremesa? ¿Qué tanto perdería su despliegue en un nuevo entorno? ¿Se lo podrían las nuevas máquinas? ¿Perdería algo la experiencia si solo utilizábamos el control?
Puestas las cartas sobre la mesa, el videojuego ahora fue trasladado de una forma en la que, a grandes rasgos, termina entregando la misma experiencia que ya se podía disfrutar en PC. Están las mismas aeronaves, características de jugabilidad e inclusive el sorprendente nivel gráfico para apreciar un mapa digital en movimiento desde las alturas.
Lo último es definitivamente lo más llamativo, ya que la gran duda para el traspaso radicaba en si las consolas de nueva generación podrían estar a la altura. Y realizada la prueba en una Xbox Series X, debo destacar que no hay desperdicio alguno en la experiencia. Es decir, no hay como sobrevolar la isla de Chiloé.
El videojuego corre en los fotogramas correctos para un despliegue cautivante en un televisor 4K y su presentación gráfica no tiene mucho que envidiarle a lo que ya viví en un computador con una tarjeta gráfica RTX 3060. Inclusive teniendo en cuenta que en una Xbox Series S corre a 1080p, la experiencia general no debiese cambiar ante este asombroso render terráqueo en plenitud.
En ese sentido, el despliegue sigue siendo tan bueno como la versión de PC, por lo que no tendrás problemas para apreciar las ciudades más reconocidas del mundo, los lugares más emblemáticos y también dar rienda suelta a visitar desde los aires digitales a aquellas locaciones que ya conociste en tu terruño. En lo que nos compete, podemos surcar con buen detalle los viajes de Arica a Magallanes.
Tal como sucedía en la versión de PC, el traspaso gráfico queda un poco al debe cada vez que te acercas más a tierra, ya que la fotogrametría solo cumple excepcionalmente en los lugares más reconocidos. Ahí está por ejemplo el nuevo modo para Descubrir zonas como el Everest, Nueva York o Río de Janeiro.
Es ahí en donde el Flight Simulator hace gala su mejor carta de presentación: un videojuego que te puede llevar a recorrer lugares como nunca antes viste o que ni siquiera has visitado. Las siguientes imágenes las capturé durante un sobrevuelo de la Estatua de la Libertad, el Cristo Redentor y las pirámides. En un televisor, todo se ve mucho mejor.
Por otro lado, igual debes tener en claro que en más de una ocasión te encontrarás con estadios que no lucen bien o edificios que no son una réplica perfecta de tu ciudad. Por ejemplo, a continuación encuentran lugares emblemáticos de Santiago y Arica que no lucen tan bien como podrían lucir. Ojalá el Parque Forestal fuese un bosque como ese.
Pero aún con esos detalles, la experiencia de recorrer cada kilómetro de los mapas se vuelve algo prodigioso cuando estás a mayor altura. De hecho, el vuelo por todos los rincones entrega una simulación notable que disfruté desde mi primer vuelo en consola, que fue desde detrás de la montaña rumbo al centro de Santiago.
El resto sigue igual como en la experiencia en PC, incluyendo los mismos menús, modos de juego y guiños gráficos para recibir tips. Existe un gran despliegue de tutoriales para nutrirse de los conceptos necesarios, acostumbrarse a los controles y lograr no solo despegar, sino que también aterrizar como es debido.
Pero el gran problema es que, desde su génesis, todo en Microsoft Flight Simulator está pensado para disfrutar con un mouse y un teclado. Hay elementos, y formas de hacer, que te llevan a replicar con un control lo que tienes que hacer con un mouse. Pero a pesar de que la consola está capacitada para agregar periféricos apropiados, lo cierto es que hay algo que inevitablemente se pierde con el traspaso.
Como obviamente hay un acercamiento al juego que se pierde si solo utilizas un joystiq, la versión del juego se convierte en un hermano menor de lo que ya entrega el PC. A pesar de que la experiencia con el control no se siente tan rústica en los aviones más pequeños, igual tiende a favorecer solo el uso constante de los controles más básicos.
Por eso tratar de controlar cada detalle de una máquina, especialmente los grandes aviones comerciales, se convierte en una experiencia abrumadora que personalmente no me atrae para nada, ya que debo reconocer que ni siquiera el juego en PC me atraía por ese factor.
Lo bueno es que esta versión para consolas no está hecha para los jugadores más experimentos, ya que para eso está la experiencia en PC. Y es por esa razón que esta adaptación para consolas no pierde terreno en lo que más importa: entregar un simulador de vuelo que siga siendo impresionante de ver y experimentar. Aunque sea con un control.
Microsoft Flight Simulator estará disponible a partir de este 27 de julio. Si tienes Game Pass, este es otro de los títulos que podrás disfrutar sin un costo adicional si ya tienes esa suscripción.