Parecía que la línea de tarjetas de video GTX había quedado en el pasado cuando Nvidia lanzó las RTX, por eso es que fue toda una sorpresa el anuncio de la quizás última tarjeta de esta línea, la GTX 1660 Ti, tarjeta que viene marcar un punto medio entre ambas líneas y a un precio bastante conveniente.

Durante la última semana tuvimos la oportunidad de probar una de estas tarjetas, puntualmente la ASUS Rog Strix Gaming Geforce GTX 1660 Ti, una tarjeta que mantiene el chip Turing, pero deja de lado el Ray Tracing y DLSS.

En cuanto a las especificaciones de la tarjeta, esta utiliza un GPU Turing "TU116", y cuenta con 1.408 núcleos CUDA y 6 GB de memoria GDDR5 con un bus de memoria de 192 bits, para un ancho de banda de memoria combinado de 192 GB/seg.

La tarjeta posee un disipador de triple ventilador y como es común en la línea RoG Strix Gaming, luces RGB, que la hacen lucir bastante bien. Esta Iluminación cuenta con la tecnología Asus AURA Sync, pro lo que se puede personalizar a través del software, e incluso ser apagadas desde un pequeño botón por si lo tuyo no son las luces.

Lo primero que vemos al tomar la caja e una imagen de la tarjeta de video y en su retaguardia las características y prestaciones de esta, en su interior, encontraremos el manual de instalación y un disco con diferentes drivers y programas de utilidades, además vienen un par de sujetadores para los cables y finalmente la tarjeta de video.

Las medidas de esta tarjeta son de 301 x 132 x 50 mm y ocupa un espacio de 2 slots, por su parte inferior -la de los ventiladores- cuenta con una cubiera de plástico, mientras su parte superior cuenta con una cubierta de aluminio, con el logo de Asus Rog.

Debido a las características de esta tarjeta y sus prestaciones, sin duda el tamaño luce un poco excesivo, sobretodo considerando que su desempeño es muy similar al de la GTX 1070, que tiene algunas versiones un tanto más compactas.

En cuanto al panel trasero, la tarjeta cuenta con cuatro puertos, dos HDMI 2.0b y dos DisplayPort 1.4, permitiendo conectar hasta cuatro pantallas sin ningún tipo de problema.

Pero vamos a su desempeño, la tarjeta dado su valor (menos de 300 dólares), tiene una performance bastante buena, con unas capacidades mejores que la GTX 1060, pero que se quedan bastante cortos en relación a la 1080Ti, aunque claro el precio es bastante diferente.

Sin duda esta tarjeta de gama media, apunta al jugador un poco más casual, que quiere jugar los diferentes títulos a una buena calidad, pero sin la necesidad de tener que desembolsar grandes sumas de dinero, y sin la necesidad de querer verlo con los gráficos en ultra.

En diferentes títulos corriendo a una resolución de 1920x1080, la tarjeta no tiene problema en mantenerse alrededor de los 100 FPS. En el caso de Devil May Cry 5 y Resident Evil 2, dos juegos que salieron este 2019, no tuvimos problemas en correrlos en una calidad alta con 60 FPS fijos.

De igual forma, la tarjeta se vuelve ideal para aquellos que les gustan los títulos competitivos, ya sea mobas o FPS. En el caso de League of Legends y Dota, nos mantuvimos constantes sobre los 100 FPS, mientras que en el caso de Overwatch se mantuvo sobre los 70 FPS. Por último en el imperecedero Counter Strike, en todo momento estuvimos sobre los 120 FPS.

En conclusión esta tarjeta sin duda es una buena opción dado su precio y la relación entre su valor y las prestaciones que entrega.