Review | Returnal, una notable experiencia única
El nuevo exclusivo de Playstation 5 representa una propuesta desafiante que logra mezclar maestramente su propuesta de juego con su rica narrativa en donde la muerte es solo parte del ciclo.
No es común encontrarse con propuestas que no solo tengan un buen concepto base en su historia, sino que también esta logre moldearse a la perfección con el motor y diferentes elementos de diseño que se han elegido para llevarla a cabo. Obviamente los juegos que lo logran hacer están muy por sobre la media, y siempre son los más celebrados. Si en el camino logran establecer dinámicas lo suficientemente novedosas para tener enganchada a nuestra atención, mejor aún.
Returnal, el nuevo videojuego exclusivo de Playstation 5, logra sacar adelante todas tareas, sacándoles partido para insertarnos en una premisa que nos instala desde un comienzo de una forma desorientada. Tal y como se encuentra la protagonista llamada Selene.
Desde el primer momento en que tomamos el control, rápidamente nos insertan en una zona de accidente en medio un planeta desconocido llamado Atropos. A partir de ese lugar, nuestra tarea es explorar con precaución y seguir la pista de una misteriosa señal - denominada como la “sombra blanca” -- para aventurarnos en un lugar que guarda secretos en cada vuelta de esquina.
No solo eso, rápidamente nos damos cuenta de que la muerte no es el final del camino y cada una nos permite ir desentramando más de todo lo que está oculto en su dinámica estilo “El Día de la Marmota”.
Desarrollado por el estudio Housemarque, este videojuego es una propuesta de disparos en tercera persona que desde el comienzo nos remarca que está diseñada para ser todo un desafío. Olvídense de checkpoints tras superar a un enemigo difícil o de guardar el progreso a medio camino. No.
Cada partida representa una parte del puzzle que puede extenderse solo un par de minutos, especialmente al comienzo cuando nos estamos acostumbrando a los sistemas de armas y enemigos, o horas completas para deambular.
El mapa funciona como un gigantesco calabozo y está dividido por secciones, con puertas que en ocasiones requieren llaves y lugares a los que solo podemos acceder si tenemos un implemento apropiado. Es, por ejemplo, lo que sucede una vez que accedemos a la capacidad de usar los dispositivos de teletransportación.
En esa dinámica, desde la primera partida nos damos cuenta que existen enemigos peligrosos acechando en algunos rincones, mientras que las posibilidades de recuperar energía son bastante acotadas. Para evitar morir, ya que eso significa comenzar todo de nuevo, tenemos que mediar nuestros espacios para evadir los ataques en el momento indicado, disparar sin sobrecalentar nuestras armas y entender que lo único que podemos recordar en cada partida es nuestra experiencia y algunos implementos permanentes.
Claro, morir no solo implica volver a nuestra nave y volver a comenzar la travesía desde cero, ya que también el propio planeta cambia en cada nueva jugada. Los niveles son distintos, los caminos se van modificando y solo algunos puntos clave - como una zona para mejorar armas u otra para hacerse de una llave - se repiten en cada jugada.
En todo ese escenario, la atmósfera es clave para impulsar a la propuesta de Returnal. Por un lado está el diseño de los niveles, el excelente manejo de la iluminación o las propias formas amenazantes de las criaturas, pero por otro lado también está el notable trabajo que hace el videojuego para sacar partido a los controles DualSense a través de su retroalimentación háptica.
Esta no solo influye en nuestro acercamiento a los disparos, ya que existen variaciones en base a cómo presionamos los botones R2 y L2, sino que también en el cómo nos sumerge a través de las vibraciones y los sonidos en la propia pesadilla que se va desencadenando. Sin exagerar, el control inclusive permite sentir la lluvia o el paso a una sección del recorrido que será trascendental. Está todo pensando para crear una experiencia completamente immersiva, que brilla realmente una vez que los secretos comienzan a responderse. A cuenta gotas, obviamente.
En ese avance, Returnal tiene elementos de terror visual que están presentes desde el primer momento. Ahí están los monstruos alados básicos a los enemigos menos rudimentarios que brillan de forma amenazante. Pero también esta propuesta escudriña en aspectos psicológicos que le dan más profundidad a su misterio y el propio drama de Selene. Sin entrar en muchos detalles, en un momento inicial del videojuego es revelado que hay una sección que recrea la antigua casa familiar de Selene. Y todo está conectado.
Ese detalle de inmediato abre los ojos y deja en claro que hay mucho más en juego que solo una mera excursión en un planeta extraterrestre. De hecho, mucho del terror es interno, como la reacción que tiene al comienzo del juego nuestra protagonista al toparse con su propio cadáver o las conclusiones que va sacando una vez que investiga rincones desconocidos de una antigua cultura extraterrestre que ya no está.
En todo ese camino, obviamente hay un pase abierto a la frustración. Como al morir volvemos al comienzo, inevitablemente la propuesta del videojuego es convocarnos a mejorar. A destrabar las claves de sus mecánicas y a abrazar el sigilo, ya que correr por todos lados puede ser la perdición. Pero inclusive la cautela no es la llave del éxito. De hecho, la frustración se hace especialmente presente cuando logras pasar una tanda lo suficientemente larga, superas a alguno de los jefes y luego pierdes por una caída o por la acción de algún enemigo menor.
Pero en la suma final, es todo parte de un gran proceso en el que, tal como sucedía con Bill Murray, aprendemos a tocar el piano con Selene y podemos valor cada uno de sus regresos a la nave como parte de la experiencia. Aquí no es tan fácil como aprender de los errores y volverse una mejor persona, ya que a la larga inevitablemente tenemos que mejorar nuestro acercamiento con el juego para poder escapar del ciclo. Pero sin duda que todo el camino recorrido es el que vale la pena.
Lo anterior es lo que en última instancia queda. Son tan pocos los juegos exclusivos de PS5 por el momento, que no es difícil que Returnal destaque por cuenta propia como la mejor experiencia a la fecha. Por ejemplo, es la que mejor ocupa las nulas esperas por el uso del disco SSD para hacer que la experiencia cíclica simplemente no tenga pausas. También es la del diseño de escenarios más llamativo y fresco, así como el que logra que su propuesta no solo se quede en la mera descripción de su historia.
En definitiva, Returnal logra hacer confluir a diversos aspectos narrativos e interactivos para crear una experiencia que realmente se siente única y eso es algo que lo termina validando como un exclusivo que no solo vale la pena, sino que definitivamente es esencial.
Returnal ya está disponible en Playstation 5.
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