Review | Samsung Galaxy S20 Ultra: Rápido y Furioso

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Un teléfono hecho de números. Y de números bastante grandes. El más premium de los premiums de Samsung es exuberancia digital aunque no es para todos.


Elegir un celular en el año 2020 no es una tarea fácil. Y no me refiero solo a la situación que este mundo en cuarentena nos ha planteado. Los fabricantes cuando lanzan un teléfono ya no presentan uno, ni dos, sino que tres y hasta cuatro modelos que son lanzados en paralelo y que parecen competir entre sí.

"Divide y vencerás" pareciera ser la estrategia que existe hoy en un mundo donde hoy los equipos parecen competir entre ellos mismos solo para tratar de abarcar la mayor cantidad de público posible. Así es que como nos hemos acostumbrado a ver apellidos como Pro, Plus, Max, S, y ahora gracias a Samsung se agrega uno más a la lista: el Ultra.

Y es que la última camada de smartphones lanzados por la marca coreana llegó este año con tres sabores: Galaxy S20, S20+ y el codiciado S20 Ultra, que es que hemos estado probado durante un buen tiempo en el sitio.

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La pregunta que cabe hacerse es ¿Pero cuál es la diferencia? ¿Para qué sacarse del sombrero un nuevo apellido como el Ultra, siendo que ya teníamos el +?

Lo primero que tenemos que entender es saber qué es lo que esta línea comparte. Y la verdad es que es bastante: todos tienen el mismo procesador -el  Exynos 990-, el mismo panel Infinity-O (aunque en diferentes tamaños), un diseño similar con vidrio por ambos lados, una cámara selfie circular y una protuberancia para la cámara bien reconocible, también cubierta por vidrio, pero que quizás sea el mayor diferenciador visual entre la línea.

Y frente a eso, la verdad es que quiero aplaudir a Samsung ya que las grandes mejoras y características de la línea S20 están repartidas entre los 3 equipos. No existe ninguna característica de diseño ni de experiencia de usuario que no esté presente en los tres modelos, ninguna trampa guardada "solo para este". Al final tu decisión de compra se define más por el gusto: el S20 es el más barato y pequeño, el S20+ es por si quieres lo mismo pero con más batería. Pero el S20 Ultra va un poco más y responde a la siguiente inquietud: ¿Qué pasaría si a esta configuración la lleváramos al extremo?

Lo Ultra del Galaxy S20 Ultra es que todas sus especificaciones están hechas con exuberancia, con el afán de mostrar como es que su diseño funcionaría en el mejor escenario posible. O al menos el más increíble. No es necesariamente el mejor, pero si, el más destacado y el que más te marea.

Un ejemplo de ello es la pantalla. El panel AMOLED Quad HD+ es sencillamente el mejor que existe actualmente para la industria móvil. No solo tiene un brillo y una claridad sin igual, sino que además es el primero de la marca con una tasa de refresco de 120 Hz, lo que permite que todas las animaciones y el scrolling sea mucho más fluido y se sienta mucho más responsivo.

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Y el que tiene más pantalla de todos es el S20 Ultra, con un tamaño de 6,9 pulgadas. Sí, es más grande que un Galaxy Note 10+, y por lo mismo, es la que mayor provecho le saca. Ahora, ¿Es necesariamente mejor por tener más pantalla? No. Hay quienes prefieren modelos más pequeños por comodidad y las 6,2 pulgadas del S20 tampoco son poco. Pero por supuesto que la pantalla impresiona más en un tamaño más grande. Lo que perdemos en comodidad lo ganamos en más superficie para desplegar juegos

Y así vamos especificación por especificación: 512 GB de espacio -en vez de 128-, 12 GB de RAM (esto si lo comparten todos los modelos), 5.000 mAh de batería en lugar de 4.000 del S20 o 4.500 del S20+. Si comparamos número con número, claro, el S20 Ultra es una bestia no solo contra sus hermanos menores, sino que para la industria en general. El computador en el que estoy escribiendo esta reseña no tiene tanta RAM ni tanto almacenamiento ni un sonido o una pantalla de esa calidad. Y para qué comparar con otros teléfonos.

Pero estamos hablando de especificaciones que mejoran una experiencia que ya funciona bien con la base. La combinación que tienen esos 12 GB de RAM junto con la pantalla de 120 Hz hacen que la experiencia con el teléfono sea más responsiva que nunca. Todo se siente que vuela y claro, tiene el poder para hacerlo y una pantalla que lo mantiene.

A todo esto, como usuario puedes elegir si quieres tener la resolución máxima o bien, un teléfono Full HD pero con una pantalla que se refresca a 120 Hz y la segunda opción es por lejos la mejor. Es cierto, consume bastante más batería que lo normal, pero vale la pena y se nota en cosas tan pequeñas como al pasar las historias de Instagram y otras más importantes como al hacer scroll y leer un documento. Lo importante es que uno pueda optar.

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Donde si hay cambios sustanciales son en la cámara trasera, la más protuberante de las tres y la que trae a mayor cantidad de sensores: cuatro en total. Tenemos una cámara principal de 108 Megapixeles, una cámara ultra gran angular de 12 MP y un Zoom óptico de 48 MP, además de un sensor ToF para generar desenfoques naturales. Tanto la cámara de 108 MP como el zoom telescópico son exclusivos de este modelo y por lo mismo, la principal diferencia de hardware con respecto al resto de la línea.

Y ambas tecnologías, si bien son impresionantes por si mismas, a lo largo no creo que sean demasiado imprescindibles como para creer que estamos frente a una revolución. Es, de nuevo, una mejora más  bien de números. La cámara de 108 Megapixeles, por ejemplo, puede funcionar de dos maneras: sacando imágenes de 12 -al igual que los otros teléfonos- y con 108 la totalidad de su resolución. Y lo cierto es que para un teléfono móvil, creo que nunca vas a querer usar los 108 MP.

La cámara cámara funciona más lenta, con un autofoco un tanto antojadizo y, por supuesto, con un tamaño de imágenes mucho más grandes. El modo de 108 Megapixeles no lo recomiendo salvo que vayas a imprimir gigantografías o hacer fotos para revistas, ya que si lo que quieres es subir fotos a redes sociales, siempre las van a comprimir.

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El tema del autofoco quizás tenga que ver con que el lente tiene un área de enfoque muy corta, y a veces ocurren cosas como en la foto superior, donde vemos que un objeto está enfocado y desenfocado a la vez.

Por supuesto este es un problema más bien de objetos acercados y se nota que está más pensado para que las fotos de personas aparezcan con bokeh, pero cuando tomamos una panorámica, la cámara comienza a comportarse mejor.

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Y por otro lado tenemos el zoom telescópico, que según dice el marketing, puede llegar hasta un acercamiento de 100x. Pero no, tampoco vas a querer usarlo tanto. El zoom de 100 ex una mezcla del esfuerzo óptico con el digital que en realidad, funciona perfecto hasta como el 10x.

Y claro, un teléfono con un zoom de 10x sigue siendo increíble, no lo duden. Las fotos con zoom dentro de lo que permite el hardware son increíbles, nítidas, útiles y fáciles de usar. Pero cuando interviene el software, la verdad es que todo se vuelve manchado.

Veamos como funciona en realidad el zoom desde mi balcón. Así se ve la foto normal:

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Vamos a ir hacia el edificio del medio con un acercamiento de 4x, que hasta ahora sigue siendo solo óptico:

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Bastante buena y nítida la imagen, tomen como referenci las hojas de los arbolitos por ejemplo. Ahora el software empieza a operar más y veamos como se ve el zoom 10x:

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Súper bueno, que quieren que les diga, se alcanzan a ver hasta unos muebles del penúltimo piso y si bien ya se puede un poco de color, el zoom ya empieza a comportarse como una cámara de celular. Pero nos falta para llegar al 100, así que vamos al 30x:

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Ya, la nitidez definitivamente se nos fue de las manos. No es algo que subiría a Instagram, sino que quizás para mandar por WhatsApp por si alguien me preguntara de que color son las rejas del techo, pero nada más. Si así se ven las de 30x, me imagino que ya saben como se ven las de 100x:

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Y sí, entiendo la justificación técnica detrás de esto, si vemos la progresión de las fotos, claro que sorprende, claro que es un paso más adelante en la tecnología. Pero de ahí a ¿estar tan orgulloso de este zoom como para poner su nombre detrás del equipo? No lo se. Como dije y pueden ver, hasta el 10x es bastante útil e impresionante así que hay que aplaudir ese esfuerzo. Pero ¿el resto? No lo contaría como un

Fuera de eso, la cámara del Galaxy S20 Ultra funciona tan bien como ya Samsung lo ha hecho costumbre: colores vívidos pero bien parecidos a la realidad, tomas nítidas y un desenfoque que se logra aun sin forzar un "modo retrato" hace que las fotos se vean como tomadas por un Samsung. A esto hay que agregarle la increíble mejora del modo nocturno que funciona tanto en condiciones de poca luz como en momentos de oscuridad.

Lo encontré ideal para tomar fotos de juegos de mesa:

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O para seguir fantaseando con Animal Crossing:

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El test de los amiibos:

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Y la fotito nocturna:

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¿Mencioné que además puede grabar en 8K? De nuevo, otro número lanzado porque sorprende... pero claro, ¿tienes un panel 8K como para disfrutar de ese contenido?

Exacto.

Se que esta es la parte en la que debería quejarme de algo pero para ser sincero, no encontré mucho. Sí, el foco de la cámara es bien antojadizo y sería. Samsung hizo un trabajo impecable e incluso escuchó a los usuarios incluyendo varias opciones para deshacerte de Bixby si e sigue molestando.

El Galaxy S20 Ultra es, en resumidas cuentas, un teléfono tremendo, sin lugar a dudas, pero más allá de ser la versión más grande de la línea, las innovaciones que presenta como únicas poseen un uso tan acotado que en realidad solo destaca para muy pocos usuarios. Pero a la larga eso es bueno, ya que rompe el paradigma de que la versión más cara es la mejor. Comparando número con número, claro, uno puede decir que tener 512 GB de espacio es mejor que 128, pero en la era de la nube ¿de verdad se te agota tanto?

No es la edición indispensable del equipo. Sus altas especificaciones por supuesto que vienen amarradas de un alto costo y para un usuario promedio no se justifica. Pero Samsung fue lo suficientemente inteligente y respetuoso como para crear una línea de teléfonos que, en su base entregan la misma experiencia, sin compromisos y en "escala".

El S20 Ultra es sin duda el modelo que mueve la perilla hasta el número 12 y claro, es un gusto ñoño poder ver una máquina así operando en mis manos. Así de grande. Así de rápido. A veces, así de absurdo. Pero salvo que seas un cazador de números y te gusten los teléfonos bien, bien grandes, no veo nada demasiado revolucionario en el Ultra como para sentir que estoy perdiéndome algo al optar por sus hermanos menores.

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