Review | Samsung Galaxy Z Fold5, el plegable que sigue perfeccionándose al más alto nivel
La nueva versión de este equipo sigue impulsando su innovación y solventando su propuesta que lo diferencia completamente de los equipos convencionales.
Desde que fue instaurado con la primera versión, aquella que tuvo un complicado debut, la misma que con el paso del tiempo dio pie a una fórmula sólida, el Samsung Galaxy Z Fold ha logrado instalarse con propiedad como el teléfono móvil plegable por excelencia.
No solo es el smartphone que tiene los paneles AMOLED plegables con el sistema más impresionante, sino que también es el que mejor saca partido a las necesidades de productividad y las labores multitasking.
Es decir, este teléfono desde hace varios versiones logró instalarse como el smartphone que mejor partido saca a las aplicaciones enfocadas para el ámbito laboral y, al mismo tiempo, rinde al máximo con las posibilidades que entrega su capacidad de dividir la pantalla y utilizar tantas aplicaciones como queramos.
Sin siquiera considerar a la competencia, o la alternativa más compacta que entrega el otro plegable más cool de Samsung, el Galaxy Fold es sin duda un smartphone que desde el comienzo brilla a partir de la flexibilidad de su pantalla.
Y si además sumamos los ajustes de personalización creados específicamente para operar como un equipo plegable, incluyendo aplicaciones que han sido puestas a punto para su ejecución en este entorno, el resultado es un móvil completamente versátil cuyo único pero sigue siendo el alto costo que acarrea. Pero ese dato mejor lo dejamos para el final.
De partida, siendo un equipo que desplegado se acerca más a una tablet que a las dimensiones de un smartphone, lo primero que siempre sale a relucir con este equipo tiene relación con la pantalla.
En este caso, nos encontramos una vez más con una pantalla exterior HD+ Dynamic Amoled de 6.2 pulgadas y una pantalla interna QXGA+ con la tecnología de despliegue Infinity Flex que se extiende hasta las 7.6 pulgadas. Ambos displays cuentan con tasa de refresco de 120Hz, lo que implica una experiencia fluida propia de los equipos de tope de línea, pero en especial su presentación en la gran pantalla sigue siendo una de las mejores experiencias para ver contenido multimedia en un dispositivo móvil.
Ante esas características, las mejoras sucesivas que ha implementado Samsung ahora permiten toparse con un Fold muy limpio y firme en las zonas de las bisagras y que, al mismo tiempo, mantiene la tendencia de que la pantalla interna se despliegue sin interrupciones. No hay notch, tampoco espacio para la cámara, pues la fotografía para selfies se sitúa debajo del display, lo que permite ver en su máximo esplendor a la pantalla interna de este equipo.
A todo eso hay que sumar el hecho de que las mejoras sucesivas que la marca surcoreana ha instaurado en los últimos años también han permitido que el equipo se sienta robusto en términos de protección a pesar de que ahora es más delgado al estar plegado. También se siente más liviano que los Folds previos, lo que se constata al comprar las especificaciones técnicas.
Si suman la certificación IPX8, y la firmeza de sus pantallas, que incluyen la protección Corning Gorilla Glass Victus 2, este smartphone hace rato dejó de ser un equipo que se sienta tan frágil y delicado que ni siquiera hay que mirarlo. Todo lo contrario, la idea es justamente que no le despeguemos la vista.
Obviamente ante esa situación, las pantallas son grandes protagonistas de este equipo y ambas cuentan con una notable performance en color, nitidez, brillo, fluidez, y todo ámbito que sea requerido para ver contenido multimedia o videojuegos. Y, más aún, un elemento extra como los altavoces externos estéreo del teléfono están excepcionalmente bien para acompañar ese tipo de tareas.
Y aunque ese es uno de los factores más determinantes a la hora de apreciar en su máximo esplendor a su pantalla desplegada, también es relevante destacar que ya hay un montón de aplicaciones que aprovechan el largo especial de este equipo. Obviamente no son todas las aplicaciones, pero aquellas que son capaces de sacar partido al display, realmente lo hacen.
Asimismo, el equipo no tiene problemas de rendimiento, pues su configuración incluye un potente procesador Qualcomm Snapdragon 8 Gen 2 y 12GB de RAM que son más que suficientes para disfrutar de cualquier aplicación, aunque como suele suceder también el rendimiento depende del tiempo de uso continúo. En tanto, la navegación por las aplicaciones sigue siendo muy intuitiva a través del sistema de atajos creados por Samsung, por lo que podemos acceder rápidamente a diferentes plataformas, dividir la pantalla y utilizar todo el espacio desplegado disponible para hacer más de una cosa a la vez. Y es en ese ámbito multitasking en donde este Galaxy Fold sigue sacando varios cuerpos de ventaja ante los smartphones convencionales.
Inclusive sigue manteniéndose la opción del modo DeX de Samsung, que implica que el teléfono se conecte a una pantalla extra o monitor, lo que convierte todo el entorno del sistema operativo en un entorno de escritorio, por lo que es también posible desprenderse de la necesidad de un computador extra para todos aquellos que quieran minimizar todo el espacio.
En cuanto a las mejoras, los equipos plegables siempre han tenido como gran pero el trabajo fotográfico, pero en este caso nos encontramos con un sistema de cámara para selfies de 10MP en la pantalla exterior y otra de 4MP bajo la pantalla desplegada. Ninguna es una maravilla, pero cumplen con su tarea. Mejor es lo que sucede con el módulo principal, en donde tenemos una sólida cámara principal de 50 MP, un gran angular de 12 MP y un sensor teleobjetivo de 10 MP.
Los resultados siguen estando un par de escalones más abajo que los módulos de la línea Galaxy S, pero los resultados son ampliamente satisfactorios, especialmente en condiciones de buena luminosidad o al explotar el software fotográfico de Samsung que tiene todos los modos infaltables: retrato, noche, pro, comida, panorámica, superlenta, cámara lenta, etcétera.
Lo que queda a destacar, en general, es que desde el momento en que tomamos al nuevo Samsung Galaxy Z Fold5 se sienten las mejoras y eso no solo tiene que ver con el hecho de que este smartphone es cada vez menos prominente en la comparación con los equipos previos de la misma línea.
También tenemos mejoras en ámbitos como el rendimiento, ya que su batería sigue siendo de 4.400mAh, pero el software - incluida la capa de Android - ya se siente lo suficientemente afinado como para perfeccionar su autonomía. Claro que deben tener en cuenta que, como ya es tradición, el cargador no viene incluido.
Finalmente es relevante remarcar que, más allá de que funcione o esté mejor construida que nunca, este equipo plegable realmente se siente operando al más alto nivel de rendimiento y de funcionalidad. Si hace años quedaba la sensación de que algo faltaba en la propuesta de estos equipos, aquellas dudas ya están bastante apagadas y solo depende de cada usuario, pues más allá del costo, el gran punto con un equipo como este es si realmente van a sacarle provecho a la amplia gama de posibilidades que entrega un equipo tan versátil como este. De hecho, es el smartphone más versátil disponible en el mercado. Por lejos.
El Samsung Galaxy Z Fold5 ya se encuentra disponible. Su valor en la tienda oficial de la compañía es de $1.799.990 para la versión de 256GB. El modelo de 512GB es de $1.949.990 y el de 1TB se empina hasta los $2.189.990.
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