Review | Scooby!, una expansión timorata que tiene miedo de abrazar al corazón de sus personajes

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La nueva película animada de los personajes de la Máquina Misteriosa lamentablemente es una reinvención que no pega ni junta.


Por alguna extraña razón, las adaptaciones de Scooby-Doo han seguido la misma línea. A pesar de que no era un elemento de los dibujos animados clásicos, que siempre terminaban sus capítulos revelando que no había nada raro de por medio en sus casos y el criminal responsable era un humano, las versiones para cine siempre han agregado elementos sobrenatural-

Eso es lo que sucedió con las dos películas live-action y también con la más reciente adaptación animada que llegó a los cines. Básicamente, es como si tuviesen miedo del concepto original de las series de Hanna-Barbera.

Pero cuando uno como viejo espectador piensa en Scooby, inevitablemente salen a colación sus amigos humanos, la camioneta conocida como la Máquina Misteriosa y la sucesión de crímenes que deben investigar, los cuales terminan con algún villano escondido debajo de una sábana. Lo interesante siempre era el enredo de cada caso, pues el resultado era un pretexto para toda la comedia de errores sucesivos de capítulo a capítulo.

Scooby!, la película de animación digital en cartelera, por el contrario es una reinvención que deja de lado a la mayoría de los elementos básicos de la franquicia para crear algo nuevo, pero que al mismo tiempo es absolutamente familiar para estos tiempos. Es como si fuese una primera piedra para instalar probablemente a un nuevo universo animado, ya que aquí inclusive entran en el terreno de los superhéroes al nutrirse de otros personajes de las series de Hanna-Barbera. Ahí están Blue Falcon, Dinamita El Perro Maravilla o Pierre Nodoyuna.

El problema surge cuando hay que hablar de los elementos propios de Scooby-Doo, ya que esta película no brilla por cargar una propuesta timorata que tiene miedo a abrazar completamente a los personajes. Por el contrario, prefiere hacer un borrón y cuenta nueva que es demasiado desabrido como para valorarlo.

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A lo largo de sus 94 minutos de duración, Scooby! prefiere explorar el vaivén de la relación entre Shaggy y el querido gran danés, instalando en el camino a una de esas ya repetidas historias de elegidos que realmente no debiesen tener pito que tocar en el terreno de Scooby-Doo.

Como la Pandilla de la Máquina Misteriosa se separa rápidamente al comienzo de esta historia, la película prefiere enfocarse en una cruzada mística relacionada con el propio origen del querido perro. Y ahí pierde todo foco.

Por eso el principal problema de Scooby es uno insalvable, ya que esta realización no tiene claro quién es su público objetivo. Obviamente hay cameos para los más viejos, y un montón de chistes también con el mismo target, pero su reinvención funcionaría mucho más si se olvidasen de las antiguas generaciones y pusiesen todas sus piedras para crear algo sin residuos del pasado. Es decir, las nuevas generaciones probablemente no tienen ninguna clase de cariño por el Capitán Cavernícola o esos personajes de las series animadas que se veían en los televisores de tubo.

Ejemplo de toda esa bifurcación es una secuencia al comienzo de la película en la que Scooby y Shaggy cantan “In the Shallow” de la película “Nace una Estrella”. ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién?

Hay otros ejemplos más, pero el foco de la película no está bien afinado y eso atraviesa a toda su narrativa, especialmente a lo que tiene relación con su humor que rara vez da en el blanco con sus chistes.

Mucho de eso también tiene que ver con la pérdida de identidad original de los personajes y en el cómo esta nueva película falla en otorgarles algo nuevo de una forma que no parezca el refrito de una fórmula que proviene de otro lado. Y tampoco ayuda que el tipo de animación digital solo remarca que sea una reinvención perezosa y olvidable.

Scooby ya está disponible en algunos cines chilenos que pueden funcionar en el marco de la pandemia. Si deciden ir, sigan las recomendaciones en las salas. Mantengan sus mascarillas.

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