Voy a ir al grano, ya que hay que expresarlo desde el primer párrafo. El trabajo de Insomniac Games a la hora de abordar a Spider-Man es excepcional en lo que implica la labor superheroica. Al experimentar la propuesta de este videojuego, sentimos el látex sobre los dedos. Eso es algo que se transmite desde el primer minuto en que tomamos el control del trepamuros, balanceándonos entre los rascacielos, realizando las piruetas más impresionantes, para desplazarnos a través de una Gran Manzana en la que tenemos que combatir una peligrosa escalada criminal.

Aunque juegos previos del clásico personaje habían experimentado en ese ámbito, el plus aquí no solo radica en los espectaculares avances gráficos, sino que también en lo que concierne a los movimientos de combate.

Sacando partido a un estilo de confrontación de enemigos muy similar a la base de los elogiados juegos de Batman de la compañía Rocksteady, esquivando y conectando combos de forma muy pulida, en Insomniac entregan su propia impronta para sacar partido a las habilidades particulares de un héroe como el arácnido.

No solo están ahí las telarañas, gadgets y movimientos circenses para esquivar e impactar enemigos con una fluidez que ya se quisieran otros videojuegos, sino que también se hace presente algo tan de Spider-Man como el "sentido arácnido". Este es clave para evadir golpes, balas, bombas, misiles o ataques súper poderosos de los clásicos enemigos que poco a poco van apareciendo en nuestro camino.

Sumen las acciones de sigilo, para sorprender a enemigos a una distancia determinada para noquear o inmovilizarlos con las telarañas o las secuencias de eventos rápidos en donde hay que presionar botones en el momento preciso para evitar fallar cada misión. Eso es algo que no solo se asocia a secuencias más cinemáticas, sino que también a eventos durante las principales confrontaciones contra los enemigos.

Y ahí aparece también la forma en que el videojuego permite interactuar con el entorno de cada batalla, lanzando objetos con la telaraña como tapas de alcantarillado o puertas de vehículos, haciendo que objetos caigan sobre enemigos, quitando armas o inclusive enviando misiles de vuelta hacia los tipos con bazucas que intentar hacernos caer. Cada uno de esos detalles se siente como un verdadero lujo y un provocador de ñoñasmos para todo fan de Spidey.

Claro, todo eso estaba claro desde el primer tráiler del videojuego. Sin embargo, lo que sí se revela con su lanzamiento, y que no teníamos claro hasta ahora, es que este título no se olvida de todas las otras características que forman intrínsecamente a Spider-Man.

Por un lado está el humor, con diálogos que se hacen presente en medio de las cinemáticas de batallas enfrentando a enemigos iniciales como el Kingpin o The Shocker, y hay que recalcar que el trabajo de doblaje en español latino está muy bien, pero también en este videojuego rescatan los elementos que definen la esencia de Peter Parker. Los mismos que permitieron conectar con una audiencia que lo elevó al sitial más alto de Marvel Comics.

Desde los desafíos iniciales de este juego se instala la denominada "suerte de Parker", que es algo que se entiende en base a que cada victoria heroica puede ser opacada por una demoledora derrota. Mientras Spider-Man salva el día, Peter Parker sufre las consecuencias de no tener el dinero suficiente para pagar la renta, perdiendo literalmente todas sus pertenencias en el camino, o el costo que tienen sus acciones superheroicas en las relaciones personales del hombre bajo la máscara.

Esa riqueza de conceptos, y la novedad que implica el tomar control de un héroe ya hecho y derecho, en una historia que es muy fresca en comparación a otras adaptaciones audiovisuales, optando por no explorar el ámbito escolar que ya han explotado en exceso las últimas encarnaciones cinematográficas del personaje, entrega un escenario base muy atractivo. Más aún, eso mismo permite que todos los otros componentes más propios de un videojuego realmente luzcan. Y ese es el tema aquí, la propuesta de este videojuego luce en cada uno de sus apartados.

Por un lado está la recreación de un Nueva York completamente reconocible, no solo en términos de los principales hitos de construcciones que marcan a esa ciudad, y los guiños a otros elementos del universo Marvel como una torre de los Vengadores que se erige como uno de los rascacielos más altos, sino que también en términos geográficos de los barrios y locaciones que convierten al mapa de su mundo abierto en un terreno muy grande en el que toma varios minutos recorrer todo Manhattan.

Ese factor se potencia también no solo por las misiones centrales que nos hacen recorrer la ciudad, y enfrentarnos a enemigos en medio de rascacielos o al interior de aquellos lugares a los que no podemos acceder a placer, sino que también en las misiones secundarias y desafíos adicionales que diversifican la experiencia y nos entregan un escenario en el que hay decenas de cosas por hacer en cada barrio.

Ahí se instalan las misiones de exploración, en donde debemos tomar fotografías de lugares emblemáticos o trasladarnos hasta puntos específicos para buscar algunos regalos que nos deja la Black Cat en el camino, lo que permite ir mejorando poco a poco en el dominio del manejo de las telarañas y los impulsos rápidos para mejorar el manejo del control.

También el juego da pie a misiones de desafío en donde debemos mejorar nuestra performance para sacar un mejor puntaje o inmiscuirnos en bases relacionadas a Harry Osborn que exploran tanto el lado científico de un Peter Parker que ya no se gana el dinero siendo el fotógrafo de un periódico como la propia misión de evitar que las políticas de la administración del alcalde Osborn mermen la calidad de vida de todos aquellos que viven la ciudad que tenemos que salvar en la pequeña y también en la gran escala.

En ese aspecto surgen dos elementos que entregan más variedad en el gameplay. Este videojuego no solo implica un pequeño factor de puzzle, ya sea armando circuitos en medio de nuestra colaboración como asistente de un laboratorio o rastreando químicos en donde tenemos que armar algunos patrones lineales. Esos elementos quizás bajan las revoluciones en la experiencia, pero sirven completamente para construir a Peter Parker como un personaje tan importante como el héroe con la araña en el pecho.

Lo otro notable del videojuego es que también nos permite tomar brevemente el control de otros personajes, incluyendo a una Mary Jane que se ha convertido en periodista. Su rol nos permite explorar el otro lado de la historia, en misiones en donde debemos utilizar el sigilo, para evitar que sea detectada, mientras avanza la investigación sobre las diferentes amenazas que surgen en Nueva York luego de que Spider-Man cree haber salvado el día al atrapar en el primer desafío a un Kingpin que mantenía a raya a todos los otros criminales de Nueva York.

A partir de ahí surgen los elementos en donde menos brilla este título, ya que todas esas secuencias con la cámara en tercera persona, en donde nos desplazamos como Peter Parker o Mary Jane al interior de locaciones solo para hacer avanzar la historia central, le quitan el dinamismo de mayor acción que tiene el videojuego. También está el hecho de que el modelado digital de los rostros humanos, al menos en una PS4 normal, quedan al debe.

Por otro lado, los desafíos callejeros se van volviendo cada vez más repetitivos, ya que el número de posibilidades no es la más amplia. Por ejemplo, al avanzar por la calle, nos topamos con una amenaza en la que debemos detener un vehículo que está siendo perseguido por la policía. La variedad de escenarios en ese apartado no es mucha, por lo que una vez que vamos solucionando más crímenes de ese tipo, el desafío pierde un poco de atractivo.

Lo mismo pasa cuando tenemos que detener robos, intervenir en tráficos de droga o solucionar secuestros. Aún así, por mucho que algunos elementos centrales tengan un tipo de solución en el gameplay muy similar, provocando que los agregados pierdan novedad con el transcurso de las horas, existe la suficiente variedad como para que este factor no termine convirtiéndose en un lastre para el videojuego.

De hecho, a su vez dan cuenta de la intención de Insomniac Games de hacer el juego definitivo de Spider-Man, no solo centrándose en la acción del superhéroe, pues también están interesados en lo que lo define como tal. Lo mejor de todo es que eso es algo que logran conseguir de forma, y no hay mejor término para expresarlo, asombrosa.

Considerando que existen elementos dentro del juego que no son del todo novedosos, la suma de sus partes es lo que provoca que esta propuesta no solo sea un juego indispensable para todos aquellos que ahora son fans de los superhéroes, sino que también para los que entienden que Spider-Man fue un rayo atrapado dentro de una botella por Stan Lee y Steve Ditko. La suma de elementos que lo instalan como un superhéroe definitivo están aquí, incluyendo esa notable galería de villanos que pululan en torno al arácnido.

Pero quizás más importante es el hecho de solo los mejores juegos logran conectar en un sentido más primigenio en la interacción, haciéndonos parte de una historia en donde sentimos que tomamos control de un personaje en todos los aspectos de su vida.

La máxima del personaje, de que un gran poder conlleva una gran responsabilidad, permea cada aspecto de un título que luce para instalarse desde ya como uno de los mejores videojuegos del año. Y lo hace por la posibilidad de sacar partido a la interacción entre el videojuego y el control, en una simbiosis que más que nunca nos acerca a algo que rara vez se ha logrado de forma soberbia en el campo de los videojuegos: darnos la posibilidad de no solo ser un espectador o un explorador tangencial, pues aquí podemos dar un salto al interior de un mundo que antes solo podíamos ver en las viñetas.

https://www.youtube.com/watch?v=utVr-n0MaU0

El videojuego de Spider-Man estará disponible oficialmente a partir de este viernes  7 de septiembre en Playstation 4.