The Crew 2 tiene todos los componentes para hacer click con las modas reinantes en los videojuegos, especialmente con aquellas que son propias del género en particular al que pertenece: las carreras.

Por un lado, es una apuesta de mundo abierto que permite explorar el amplio territorio de Estados Unidos, inclusive con misiones de fotografía para sumar puntos en la búsqueda de los nuevos desafíos, pero también es un juego que no solo se centra en las populares carreras callejeras tipo Rápido y Furioso, con todo y nitro para explotar el acelerador.

Lo suyo también va de la mano de botes, aviones y hasta motocicletas, además de otras alternativas todoterreno, con la posibilidad especial de pasar de un vehículo a otro sin pausas mientras exploramos el mapa.

Al mismo tiempo, recorriendo sus menús, podemos movernos entre cada categoría de vehículos disponible, pasando de una costa a otra sin problema alguno para enfrentar desafíos que van ligados a una barrera de "fama social" que nos quiere vender como influencers de las carreras. Así, a grandes rasgos, no hay muchos límites para desplazarse y eso es lo que vende este videojuego de Ivory Tower presentado por Ubisoft.

Quizás toda esa base suena atractiva, y el gameplay a la hora de tomar el control de cada vehículo aporta su granito de arena para que esta sea una experiencia que capta la atención, pero la suma se vuelve demasiado abrumadora y va quedando claro que The Crew 2 abarca mucho, pero aprieta poco.

Esa misma condición provoca que el aspecto gráfico, especialmente en los detalles de los terrenos que recorremos o las locaciones que vamos atravesando en nuestro paso por Estados Unidos, no estén cuidadas. Tomen como ejemplo a las personas que recorren las calles y que, mira tú, esquivan los vehículos sin sufrir daños, el pésimo trabajo hecho con la nieve, que bien pasa solo como un barro coloreado de blanco, o cómo convenientemente las locaciones pierden detalle una vez que estamos en el aire.

Sin embargo, la apuesta de The Crew 2 es instalarse en algo así como un tour virtual en donde no existen muchos límites y en eso su propuesta funciona. Si no le piden más detalle en cada uno de los apartados que conforman su propuesta de juego, no habrá desperdicio.

Pero tengan en cuenta que su propuesta en las físicas de conducción no se decide a abrazar los aspectos de simulación, ya sea en el control de los vehículos con los cambios o la integración de partes para mejorar los vehículos, o avanzar de plano más como un juego de carreras tipo arcade en donde la gravedad y la física de los choques están en un segundo plano.

Quizás lo más decidor de todo es que la intro de presentación de The Crew 2 tantea una propuesta que el videojuego nunca logra cumplir. Durante esa secuencia tomamos control de un auto de lujo a través de Nueva York para luego, con el mundo literalmente doblándose como si estuviésemos viendo la película Inception, pasamos a tomar control de otro vehículo. El problema es que esa promesa fantástica posteriormente se constata que no es ni tan espectacular ni tan envolvente.

De todas formas, tengan en claro el aspecto experimental de The Crew 2, el mezclar tantos vehículos, tiene algunos factores atractivos para todos aquellos que quieran un videojuego de carreras que salga de la norma. Pero ni el diseño de sus pistas ni la propia experiencia de recorrer su mundo virtual terminan cautivando lo suficiente como para justificar que este juego sea tantas cosas al mismo tiempo, pero ninguna lo suficientemente buena a la vez.

Quizás ese sea su encanto, pues a grandes rasgos no siguen el camino fácil de irse a la segurar y, además, la libertad que busca entregar se asimila a la experiencia de usar las líneas de las alfombras para jugar con autos de metal.

Aquí agregan motos, botes y hasta aviones, pero la idea sigue siendo la misma, porque nadie en su infancia respetó del todo las líneas de las alfombras para mover los vehículos. Si les basta con eso, y dejan de lado la idea de que están sobre una alfombra, quedarán conformes con el componente exploratorio que aquí proponen.

De hecho, obvio, no faltará el que podrá pasar horas y horas en una dinámica como esta, pero tengan en cuenta que el gran problema de The Crew 2 es que en el medio fuerzan la progresión con historias poco atractivas y trabas para desbloquear en base a conceptos tan odiables como la popularidad en línea, lo que retrasa en varias horas la posibilidad de acceder a una mayor variedad de vehículos.

Cosas como esas van poniendo piedras en el camino a este mundo gigante que debiese estar solo enfocado en lo divertido que es agarrar un vehículo y desplazarse alrededor del mundo enfrentando desafíos.

The Crew 2 está disponible en Playstation 4, Xbox One y Microsoft Windows.

https://www.youtube.com/watch?v=BVffVpI0Hr4