A grandes rasgos, el remake de The Last of Us no es realmente necesario. A pesar de que el videojuego original fue lanzado en 2013 para la PS3, ya existe un remaster disponible en Playstation 4 que perfectamente puede ser utilizado en la actual generación de consolas de Sony.
Es decir, esta propuesta no es necesaria ni por accesibilidad al título ni menos por que sea necesaria una mejora de gameplay para desempolvar una propuesta que ya se sienta arcaica. Todo aquél que disfrutó al original tiene claro que el título del estudio Naughty Dog sigue siendo tan bueno como al momento de su lanzamiento original. Pero ante todo eso hay que también dejar otra cosa en claro: nada de lo anterior realmente importa en estos tiempos.
La nueva versión, creada para sacarle el jugo a la marca y a las posibilidades de la Playstation 5, permite que la historia de Joel y Ellie no solo se actualice en términos visuales, sino que también se acople aún más a la secuela lanzada en 2020. Titulada ahora como The Last of Us Part I, mucho de la propuesta de este videojuego se siente como algo nimio, innecesario y redundante. No solo si jugaste el original, sino si lo hiciste relativamente hace poco tiempo.
Pero, por otro lado, la mejora gráfica y el afinamiento de su gameplay también permite que el videojuego se luzca y experimente de una forma mucho más pulida. Sí, es básicamente un refrito, pero no es descabellado que más de alguien pueda llegar a plantear que se trata de una mejor experiencia. Algo así como una versión definitiva (Hasta que hagan una nueva versión para la PS10).
Sin necesidad de entrar en detalles, ya que desde el año 2013 que se viene hablando de The Last of Us, la base del remake está presente de forma inalterada. Una pandemia brutal comienza a causar estragos en la sociedad, con un alto costo personal para Joel, y varios años después lo volvemos a encontrar en un mundo en caos debido a los efectos de un hongo que transforma a las personas en una suerte de zombies.
A partir de ahí, y tras toparse casi por azar con una joven llamada Ellie, debe emprender una travesía por tierras peligrosas y enfrentarse a decisiones muy, muy difíciles, que lo sacarán del compás de espera en el que se mantuvo por tantos años. Añadida a esa vitoreada experiencia también está la precuela Left Behiend, la cual nos remarcan desde el comienzo que es mejor explorar después de la Parte 1.
En todo ese escenario, lo primero que hay que destacar es que aquí no hay mayores sorpresas en el camino, ya que no existen nuevos extras desbloqueables, tampoco modificaciones en la historia y la jugabilidad sigue invitándonos a confrontar de forma sigilosa una serie de combates contra humanos e infectados, solucionar acertijos para abrirnos camino y cuidar cada bala y medicina que puede ser clave más adelante. Si conocen la ruta, básicamente tienen que avanzar por donde mismo.
Aunque existen algunos afinamientos en términos de la jugabilidad, tanto en los controles como en la interfaz de armas, esta nueva versión no es un cambio que modifique por completo a la experiencia. Es algo así como un ajuste en base a lo que recientemente fue The Last of Us Part II.
Pero, por otro lado, lo que sí hay es una mejora visual que reluce en el uso de la luminosidad, texturas, cámaras, afinamiento en los personajes y las secuencias narrativas que impulsan a una historia que luce mejor que nunca. Por ese lado, sí se puede remarcar que el videojuego logra justificarse con creces, entregando un par de opciones de visualización adicionales y un tiempo de carga que optimiza la experiencia. Claro que para no poca gente eso no será suficiente a menos de una década del lanzamiento del videojuego de PS3.
De esa forma, lo que queda en definitiva es un afinamiento que no esconde para nada que toda esta propuesta es parte de una estrategia mayor para explotar el mundo de The Last of Us como una de las franquicias más importantes de Playstation. De ahí que esta puesta a punto para el mercado contemporáneo funcionará excepcionalmente para todos aquellos que nunca hayan jugado el primer videojuego, así como toda la gente que finalmente se animará a conocer a la saga de Joel y Ellie con el inminente lanzamiento de la serie.
En el resto hay muchos elementos redundantes en la experiencia para todos aquellos que conocen a The Last of Us al revés y al derecho, pero aún así este remake termina justificándose como un trabajo que al menos está bien hecho, luce bien y se ajusta como un “extreme makeover”, más allá de que no proponga cambios trascendentales. De ahí que claramente el impulso fue no cambiar aquello que realmente no necesita cambiar. Algo tan elogiado y celebrado no lo requiere, ya que reinventar la rueda provoca también resultados nefastos.
The Last of Us Part 1 ya se encuentra disponible en Playstation 5.