En una primera revisión, al confrontar su primer episodio, inevitablemente la propuesta de The Wilds, traducida simplemente como Salvajes en Latinoamérica por Amazon Prime Video, está marcada por las inevitables comparaciones.

Obviamente lo primero que sale al camino es Lost, no solo por su premisa base de seguir a un grupo de sobrevivientes que quedan varadas en una isla tras un accidente aéreo, sino que también por los flashbacks que profundizan en sus respectivos pasados que definen a sus personalidades. Claro que esa serie no es la única reminicescia, ya que también hay algo de El Señor de las Moscas, también de los secretos de Pretty Little Liars e inclusive de The Truman Show.

Pero lo mejor de The Wilds es cuando no se parece a ninguna de esas otras obras y saca a relucir su verdadero corazón. Claro, más allá del factor de supervivencia en la isla, la conspiración que poco a poco se va revelando o los propios conflictos que surgen entre los personajes, esta serie aborda las múltiples formas en que la sociedad potencia las situaciones abusivas en contra de las mujeres jóvenes. Ellas pueden ser subestimadas, maltratadas, abusadas e inclusive mercantilizadas o literalmente ahogadas. En ocasiones, confrontan actos que las llevan a no ver luz alguna, solo oscuridad.

Una salvaje desventura

En los primeros momentos del primer episodio de esta serie, nos presentan a una joven que está siendo evaluada tras sobrevivir y ser rescatada del accidente en cuestión. Aquello no solo nos traslada a la isla agreste a la que van a dar, sino que también a las diversas situaciones que marcaron su pasado, las cosas que las llevaron a trasladarse a un veraniego seminario para mujeres en Hawai y la suma de situaciones abusivas que las pusieron en sus respectivos callejones.

La primera protagonista, la que es foco de los primeros flashbacks, se llama Leah, la cual es interpretada por una excelente Sarah Pidgeon. Aunque en primera instancia es presentada como una muchacha de 17 años con el corazón roto tras involucrarse con el hombre de sus sueños, un escritor treintón, poco a poco va externalizando sus propios traumas psicológicos que la llevan a ser más proclive a creer que hay cosas muy raras tras todo el accidente.

A ella se suman Shelby (Mia Healey), una chica linda cristiana aparentemente banal; Nora (Helena Howard), una joven callada que es el polo opuesto de su competitiva hermana, Rachel (Reign Edwards). Sumen a la banal Fatin (Sophia Ali), la dura Dot (Shannon Berry), la débil Martha (Jenna Clause) y la explosiva Toni (Erana James). Cada una de ellas tiene su momento de brillar a la hora de contar sus historias, no solo sobre lo que pasó en la isla, sino que también en las cosas que las afectaron antes del accidente y que además definen hasta el día de hoy a sus vidas.

Algunas están marcadas por su resiliencia, lo que las lleva a tener su propio caparazón, pero también están quienes han confrontado abusos y trastornos potenciados por la sociedad patriarcal. En base a eso último, y sin entrar en mayores detalles, debido a que es el gran secreto clave que impulsa al relato, en el medio también está el personaje de Rachel Griffiths (Six Feet Under). Por ahora solo tienen que tener claro que es una titiritera.

Creada por Sarah Streicher, quien entre sus créditos se encuentran trabajos en la serie de Daredevil de Netflix, The Wilds nunca pierda el hilo en su vaivén de flashbacks, lo que solo impulsa al trabajo narrativo tanto de su edición como del desenvolvimiento de la historia en su texto y subtexto. A ello también ayuda el hecho de que en la serie también participan como Haifaa Al-Mansour, director del elogiado drama saudí Wadja, y Susanna Fogel, guionista de la dramedia Booksmart.

Pero cuando la historia deja de profundizar en esas trancas y barreras que se ponen los propios personajes, en pro de su gran misterio y conspiración, el tablero tambalea un poco y baja el nivel de interés. Pero al menos visto desde el lado amable, ese elemento solo habla bien de sus personajes principales, ya que rara vez uno quiere dejarlas de lado.

Poniendo sobre la mesa a ese factor, en el que el misterio es lo menos llamativo de la serie, The Wilds avanza por una cuerda floja que a veces tambalea, pero la historia se da el tiempo suficiente para construir a personajes tridimensionales que están muy bien caracterizados por sus respectivas actrices. Y eso es sorprende considerando que esta serie es el primer trabajo para algunas de las involucradas.

A la larga, eso es lo que termina importando en una serie está mucho mejor de lo que uno esperaría solo por conocer su premisa base. Más aún, en sus primeros minutos, The Wilds quita un poco el riesgo para sus personajes, ya sea porque tienen a su disposición Coca lights, snacks e implementos que milagrosamente sobrevivieron al accidente, por lo que el aspecto de supervivencia queda de lado. Eso termina dando paso a un show en el que el verdadero peligro es lo imprevisto que puede ocurrir una vez que se saca el velo de la confabulación, que en todo caso es algo que se instala desde el primer episodio.

Plagado de giros y sorpresas hasta el final, está claro que esta serie fue construida con la idea puesta en más temporadas para desarrollar su gran misterio, pero realmente lo que más queda es cómo la serie sale del terreno de la aventura adolescente para trascender de lleno de la mano del drama de este grupo de jóvenes que están enfrentadas a lo más salvaje: una sociedad que puede ser aún más salvaje que una isla desierta.

Claro, muchos habrían preferido que la supervivencia fuese el principal foco o que su confabulación fuese más intrincada en el desarrollo de su mitología a lo Lost, pero como decía George Harrison en Los Simpson, eso ya se ha visto. El corazón de esta serie, en cambio, históricamente tiene menos exposición.

The Wilds ya está disponible en Amazon Prime Video.