Review | Unravel 2 es el juego perfecto para una tarde de invierno
La secuela del juego de Coldwood es una linda actividad para compartir con alguien que quieras, aunque se acaba más pronto de lo esperado.
A diferencia de las películas, los videojuegos no suelen sufrir de la maldición de las secuelas. Mientras en el cine todos intentan ser El Imperio Contraataca, la industria de los juegos ha sabido mejorar sus propuestas con el paso del tiempo. A la cabeza me vienen Donkey Kong Country 2, Half Life 2, Street Fighter 2, y así puedo seguir.
Y Unravel 2, la secuela del título del estudio sueco Coldwood logra no romper esa premisa, sin cambiar demasiados elementos dentro del diseño del título.
¿Cómo lo hizo entonces? Haciendo algo muy sencillo a la experiencia completa de Unravel: añadiendo un segundo jugador.
Visto desde el prisma del contenido, Unravel 2 es más de lo mismo: Sigue siendo un juego de plataformas con puzzles, en donde Yarny debe recorrer etapas que transcurren en los bellos paisajes de Suecia mientras una historia en paralelo transcurre en el fondo de cada nivel. Hay un hub central ubicado en un faro en donde podremos acceder a cada uno de los 7 capítulos incluidos en el título, los que duran aproximadamente 30 minutos en pasarse.
Sigue siendo un juego corto, un juego bonito y sobre todo un juego fácil.
Pero Unravel 2 triunfa con respecto al anterior al convertir todo esto en una experiencia cooperativa local. Unravel 2 está diseñado de principio a fin para disfrutarse con dos personajes en pantalla, cuya interacción incluso es necesaria para resolver ciertos acertijos. A veces un Yarny tendrá que sostener una cuerda para que el otro se balancee, y otras habrá que usar el peso de los personajes para abrirse los caminos. Son puzzles tanto físicos como de plataformas, y ninguno se siente demasiado complejo, aunque en este título eso es una ventaja. Unravel 2 es más una experiencia que un título pensado para ganarse premios. Está pensado en hacer sentir bien a los jugadores no importando el nivel de experiencia que tengan con videojuegos.
Desde los gráficos bellos, las tomas desenfocadas que parecen sacadas de Instagram hasta una música increíble, todo en Unravel 2 está diseñado para emocionarte, ya sea con una sonrisa mientras juegas o una carita de pena al conocer la historia de los protagonistas invisibles. Es uno de esos juegos donde en cada momento puedes sacar un pantallazo y la foto puede convertirse en tu próximo fondo de pantalla. Es así de bello.
Mecánicamente, el juego funciona a la perfección. Utiliza el mismo motor del juego anterior, lo cual no solo asegura la belleza de sus gráficas, sino que también una sólida jugabilidad a 60 cuadros por segundo de manera estable en la versión de PS4 que me tocó revisar. Yarny puede moverse, saltar, arrastar objetos y usar su propio cuerpo de lana como lazo o como estructura para crear puentes. Y todo funciona como es debido. A veces se siente como si la comunidad de Little Big Planet hubiese estado a cargo de diseñadores de juegos y no de jugadores con exceso de tiempo libre.
Y también se siente que la gente de Coldwood trató de hacer un juego y no un cuento como en la primera aventura, lo que se nota en la escala de sus niveles, e incluso la cámara más alejada que utiliza: si en Unravel 1 el gameplay era una excusa para contar una historia, acá es al revés, la historia sirve al gameplay y es por eso que Unravel 2 se siente mucho más como un desafío clásico.
Incluso el título agrega a sus 7 capítulos, una serie de pequeños desafíos de una sola pantalla que permiten desbloquear colores, formas y otras cosas para personalizar a nuestro Yarnys. Estos desafíos son poquitos pero algo más difíciles y demuestran que Coldwood también puede pensar en desafíos para otro tipo de aventuras.
Lo único que no me gustó es la guía, que aparece como una luz con forma de hada que además de hacer un sonido algo molesto, te demuestra innecesariamente hacia donde tienes que ir. Se que después tiene una explicación, pero en un juego de plataformas, no necesito una luz que me indique que debo avanzar hacia la derecha.
Ya dijimos que el juego fue creado para jugarse de a dos -y de manera local porque no hay online, lo que me parece perfecto para este tipo de juegos- pero eso no impide que pueda disfrutarse en solitario. De hecho, así lo hice yo, y con el toque de un botón los Yarnys pueden fusionarse en una sola criatura que se mueve por si sola. Esto permite que la navegación sea fácil o incluso para que el jugador más hábil pueda pasar las secuencias de acción más difíciles. Aun así será necesario separar a Yarny con el mismo botón para resolver algunos puzzles, pero el proceso es muy sencillo y sólo se demora algo más de tiempo que al jugarlo de a dos.
Jugar Unravel 2 en pareja es la experiencia definitiva, aunque jugarlo en solitario igual se puede. Algo que es un triunfo considerando juegos como Kirby Star Allies, donde ni jugando solo ni en grupo parece funcionar.
Por los 20 dólares que cuesta, Unravel 2 es una experiencia definitivamente superior a la anterior y que muestra la madurez de Coldwood Interactive al momento de crear juegos y evolucionar en su propia idea. Si te gustó el 1, el 2 te va a encantar y si no lo probaste, te recomiendo saltarte el 1 y llegar derechamente al 2, junto con unas frazadas, unas tazas de chocolate caliente, sopaipillas y un vidrio empañado por el frío.
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