Review | Us, la cautivante duplicidad de las ataduras
Lo nuevo de Jordan Peele entrega un espacio de múltiples lecturas en donde lo que supuestamente explican en detalle es mucho menos relevante que aquello que no nos cuentan.
En un momento de 'Us', Red, el doppelgänger del personaje principal interpretado por Lupita Nyong'o, entrega su postulado sobre lo que hay tras el origen de los dobles que están al centro del enigma. Muchos caen en esa explicación, no pocos consideran que se dice más de la cuenta. Pero en 'Us' lo importante no está en aquello que nos dicen, sino que en aquello que no se dice.
Tras el éxito de 'Get Out', que le valió un Premio Oscar a Jordan Peele por su guión original, 'Us' nos presenta una experiencia cautivante que presenta un salto en el trabajo del director como realizador. De hecho, si bien 'Get Out' es una película más redonda, que funciona mejor, 'Us' cuenta con un trabajo audiovisual superior.
Más allá de que su director cuenta con más presupuesto a su disposición, Peele avanza aquí en el manejo de los hilos de su lenguaje cinematográfico y esto se refleja de forma especial en su trabajo con la cámara, la que crea señales sobre la historia. Por ejemplo, hay un notable uso de las sombras en una playa, en una secuencia en particular que adelanta lo que está por venir.
Lo que llega frente a nuestras pupilas al confrontar su experiencia, es una película que comienza en la tradición de las propuestas de invasión hogareña, con la pertinente influencia slashers, pero que no es una sola cosa a la vez. De ahí que los 'Tethered', estos dobles con traje rojo que portan tijeras, se transforman en una amenaza constante de rugidos guturales, ansias oscuras y que representan una contratapa cuyos secretos serán revelados a través de una mitología que mezcla ciencia ficción con terror.
Aquí también hay un cuento que tiene mucho de la Dimensión Desconocida y no poca de la visión social que Peele expresó en 'Get Out', lo que construye una experiencia que atrapa, oprime las expectativas y avanza por una ruta inesperada, pese a que algunas ideas caen en lugares ya vistos, pero estas son utilizadas para decir algo nuevo. Y en eso radica su principal fortaleza.
'Us' dice muchas cosas y algunas de ellas surgen entrelazándose a símbolos socioculturales de Estados Unidos. Ahí están la polera del Thriller de Michael Jackson, utilizada de forma precisa en una película que habla de las caretas, o el evento benéfico tipo Teletón llamado "Hands Across America", que intentó unir a un pueblo bajo la ilusión de la solidaridad que no llega a nada.
Pero al mismo tiempo, lo nuevo de Jordan Peele está mucho más interesado en la idea que está al centro de su historia: la dualidad del ser humano, la capacidad que tenemos para hacer el bien y el mal, y cómo eso se relaciona tanto con la opresión del sistema como con lo que estamos dispuestos para subir de escalafón.
A veces, los postulados de 'Us' se sienten como un tortazo en la cara. "Están diciendo más de lo que deberían" es la reacción más facilista. Otros considerarán que establecen el subtexto como texto. Es lo que sentí en mi primera experiencia con su propuesta. Pero una segunda revisión cambió dicha impresión.
Lo que Jordan Peele quiere abordar, como las yagas imborrables de algunas decisiones a las que estaremos atados durante toda nuestra vida, están ahí desde el primer minuto. Tanto cuando nos presentan un momento clave en la vida de una niña, junto a unos padres cuyo matrimonio se resquebraja, como en los créditos iniciales que retumban con la música de Michael Abels y que nos muestran a conejos encerrados en jaulas con ojos vacíos que parecen no tener fondo.
Las relaciones entre los personajes, las reacciones y comportamientos del personaje de Lupita Nyong'o, por lejos el punto más alto de la producción, y el propio accionar de los Thetered, en contraste a lo que hacen sus contrapartes privilegiadas, es clave a la hora de experimentar una película como esta cuyos significados cambian completamente al verla por segunda ocasión.
No todos quedarán satisfechos con 'Us', pero también es válido el hecho de que esta no quiere dejar contento a nadie y no busca responder todas las preguntas aunque así lo parezca. Cuando uno cree que todo está resuelto, que todo lo que literalmente fue fragmentado en el pasado se vuelve reunir, sus momentos finales vuelven a cambiar los significados de lo ya visto y abren las puertas a nuevas interrogantes que quizás nunca serán respondidas.
Aquí no hay una sola secuencia que resuma lo que quiere decir 'Us', como sucede en 'Get Out' con la notable secuencia de las luces de la policía, pues Jordan Peele apela a algo distinto. Y la propia experiencia de esta película nos convoca a interrogarnos a nosotros, a excudriñar si lo que sucede frente a nuestros ojos es algo justo o injusto. Si esta es una película de venganza o de sobrevivencia. Y la gran gracia es que en 'Us' no existe solo una respuesta válida. El mundo no es o blanco o negro.
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