X-Men ‘97, la nueva serie animada que continúa la historia de aquella clásica producción que fue presentada entre 1992 y 1997, no solo es una propuesta pensada para satisfacer la nostalgia de todos aquellos que vieron la producción original, que es algo que nadie debería sorprender. Ese es su principal motor.
Al mismo tiempo, esta continuación también se las ingenia para atraer a toda una nueva generación de espectadores que no necesitan haber visto todos los episodios de la serie noventera. Basta con saber que veremos las aventuras de un equipo de superhéroes que, tras las muerte de su líder, sigue teniendo todo en contra. Incluyendo los prejuicios de la sociedad contra una minoría.
En ese escenario, lo más interesante de lo que termina siendo X-Men 97, al menos en los primeros tres episodios que nos presentaron a la prensa, radica en el hecho de que tal como sucedía con el original - y también en su serie hermana basada en Spider-Man - su propuesta puede satisfacer al público más complicado de todos: los fans de los cómics que sirven de fuente inspiración.
Manteniendo un tipo de animación cercano a la serie original, sin ser una mera réplica, esta secuela toma como punto de partida al gran quiebre del final de la animación noventera - la muerte del profesor Charles Xavier - para presentar un escenario bastante distinto al canon que se ocupa como punto de partida de cualquier historia del equipo mutante.
En este caso, y sin su líder de la mansión, los X-Men están complicados por múltiples factores: Cyclops tiene demasiado peso sobre sus hombros tras las muerte de Charles, Jean Grey está en una condición “embarazosa” y Wolverine, como es de esperar, no está contento. Ni por lo que pasa con la relación de Jean con Cyclops ni con la forma en que este último se ha desempeñado como líder.
Pero mientras el episodio funciona como secuela directa del original, abordando las consecuencias de la muerte de Charles y lo que pasó con su responsable, lo más llamativo de todo tiene relación con Magneto, ya que la gran sorpresa que lo involucra, sin dar mayores detalles, permite cambiar completamente el statu-quo mutante.
Avanzando con un ritmo de historia un poco más denso que el de la serie original, ya que sus episodios son 10 minutos más largos y no tienen la cadencia de las producciones pensadas para incluir comerciales entre medio, X-Men 97 es una serie animada que además - como siempre ha sido con las historias mutantes - no evade el subtexto ni los temas sociales propios sobre la discriminación, el odio y el recelo.
Lo anterior está directamente ligado al nuevo rol que tiene Magneto en la historia, llegando a enfrentarse a la ONU en el segundo episodio, pero también debido a la historia mayor que comienzan a contar una vez que adaptan de llenos elementos una historia en particular - y muy famosa - de los cómics (X-Men: Inferno) que está ligada al origen de Cable.
Obviamente existen elementos de X-Men 97 que pueden lucir anticuados, y eso no tiene que ver solo con su estilo de animación, pero lo más importante es que la serie logra revitalizar a un antiguo concepto para rescatar los mejores elementos que siempre han estado ligados a los X-Men: el trabajo en equipo, la lucha contra la diversidad y los problemas subyacentes de cada uno de los queridos mutantes siempre complicados.
Como solo tuve acceso a la serie en inglés con subtítulos no puedo abordar el doblaje, pero mi único pero, aunque solo he visto los tres primeros episodios, es que inicialmente el foco variado de personajes secundarios que tuvo la serie original no está del todo aprovechado.
Gran parte del foco inicial de los tres primeros capítulos está en Cyclops, Jean Grey y Magneto, por lo que hasta Wolverine está inicialmente a la sombra, mientras que personajes como Tormenta, Bestia, “Titania”, “Gambito” y Jubilo quedan un poco en el aire. Pero sí se puede notar que esta nueva serie tantea que habrá mucho por ver, ya que Jubilo comienza a relacionarse con un nuevo personaje (Sunspot) y hay un detalle más interesante que hará tambalear a Tormenta.
Dicho todo eso, X-Men ‘97 es una excelente adición para recuperar lo que fue la clásica serie, pero también para aprovechar de adaptar los últimos 30 años de historias de los mutantes en los cómics. Y como las posibilidades para seguir creciendo están ahí, la serie, en su punto de partida, tiene todo el potencial para sacar las garras.