Desde su introducción en el iPhone X, el notch, muesca o chasquilla se ha convertido en uno de los elementos de diseño más polémicos en el mundo de los teléfonos inteligentes.
Las compañías han optado por abrazar a la curiosa barra negra para alojar sus cada vez más necesarias cámaras para selfies y sistemas para desbloquear el teléfono con nuestro rostro. Ha sido, como le dicen, el precio del progreso.
Un progreso que de cierta manera choca con otra de las grandes aspiraciones de las compañías: ofrecer teléfonos con las pantallas más amplias posibles, sobre todo cuando cada vez son más las personas que los usan para consumir videos y más contenido multimedia.
Así es como Xiaomi, con un poco de ingenio, un par de imanes y algo de inspiración en el pasado, llegó a la creación de su nuevo teléfono de gama alta, que llegará de manera oficial esta semana a Chile.
Hablamos del Mi Mix 3, el segundo teléfono de la compañía que llega desde que Xiaomi hiciera su arribo oficial a nuestro país. El Mi Mix 3 trae, en su interior, todo lo que uno puede pedirle a un teléfono gama alta de Android: un procesador Snapdragon 845, 6 GB de RAM 128 GB de espacio y Android Pie. Es rápido, confiable, inteligente, aunque sin nada que no hayas visto hasta ahora.
Salvo, obviamente, su principal innovación: el sistema para ocultar y mostrar su cámara frontal.

El Mi Mix 3 viene con una pantalla AMOLED de 6,39 pulgadas y resolución 2K, la cual tiene la particularidad de ser deslizable. Tal como fue moda a finales de los 90, el slider ha vuelto pero con una función mucho más acotada que la anterior. Mientras en el pasado el slider ocultaba el teclado, ahora la pantalla se mueve para revelar en la parte superior, el panel con la cámara frontal que, mientras no lo uses, permanece oculto.

Este sistema permite, efectivamente, eliminar el notch y entregar una pantalla que utiliza efectivamente el 93% del tamaño del panel, y es una solución que además, entrega un extraño placer. El proceso de esconder y sacar la cámara frontal es bastante adictivo, y uno puede encontrarse jugando con este sistema bastante tiempo.
Y el slider puede utilizarse para diferentes procesos. Por defecto, el celular opera de la siguiente manera: cada vez que sacas la cámara hacia afuera, se abre la aplicación para poder tomarte una selfie. Ocultas la cámara y la app se cierra. Pero también puedes configurarlo para abrir otras apps, convirtiéndolo así en una especie de botón físico bastante extraño.
Xiaomi asegura que el sistema de imanes hecho para hacer que funcione este mecanismo puede durar años sin estropearse, pero también es evidente que uno pueda tener dudas respecto a su funcionamiento, como saber que pasa cuando polvo, arena u objetos pequeños se introduzcan en el espacio que hay entre la pantalla y el resto del equipo.
Pero al menos en lo que fue mi semana de uso, el constante mete y saca del equipo no pareció desgastarlo en absoluto. Es una solución muy útil y creativa para un problema que al menos yo, ya no tengo.

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Obviamente si la gente de Xiaomi invirtió tanto tiempo, dinero y creatividad para hacer este sistema deslizante, fue para que los usuarios lo usaran, para que quisieran tener al mismo tiempo una pantalla amplia y un sistema para tomarse buenas fotos.

En ese sentido, la cámara frontal del equipo es de 24 megapixeles, y con un sensor adicional de 2 MP que se usa exclusivamente para hacer el modo retrato. Viene además con HDR incorporado y la verdad es que el equipo toma selfies bastante buenas, dignas para subir a redes pasando por algún tipo de retoque, sobre todo porque el manejo de luz a veces no es tan optimo.

Las cámaras traseras, en tanto, también vienen en un formato doble, con un sensor principal y un zoom para hacer acercamientos, y sus resultados son superiores al promedio, pero tampoco al nivel que ha llegado Huawei o Apple.
Incorpora Inteligencia Artificial y modo nocturno, pero la verdad es que sus resultados no son tan diferentes como los hemos visto en otras implementaciones, pero eso no quita que las imágenes de todas formas son de buena calidad, como pueden ver en las pruebas estándar.

Acá está la prueba de color con los amiibos:

Y la del modo nocturno, el cual si bien se ve mejor que otros equipos de su línea, siento que es un resultado demasiado granulado:

En resumidas cuentas, el Xiaomi es un gran teléfono de gama alta, pero que no le alcanza para tener prestaciones premium, aun cuando su diseño con cerámica si lo aparente. Y eso es algo que sabemos que Xiaomi sabe hacer muy bien, entregar una experiencia que se sienta poderosa a un precio más que razonable.
Uno de los aspectos en donde siento que se cae es en la batería, la que es de 3.200 mAh y que a duras penas me llegó hasta el final del día con un uso intenso. Y sobre todo cuando vas a estar abriendo la cámara constantemente gracias al movimiento del slider, que si bien no usa batería, si significa que cada vez que tengas que encender la cámara se trate de un gasto extra.
Y en el software, si bien es cosa de gustos, la interfaz MIUI 10 no me convence del todo, sobre todo por algunas mañas con respecto a la entrega de notificaciones en la pantalla de bloqueo. Si bien todas las notificaciones llegan en la barra superior, curiosamente solo me mostraba las de WhatsApp. Puede ser un error de software previo al lanzamiento del equipo, pero eso, junto con la ausencia de una caja de aplicaciones, que lo hace igual al desorden que al menos a mi me produce usar un home similar al del iPhone, no me convierten en necesariamente un seguidor de este sistema. Si debo reconocer la inclusión de la navegación por gestos, cuando se usa el teléfono en su modo de pantalla completa.
A pesar de esto, y por su precio, el Xiaomi Mi Mix 3 sigue siendo un producto que representa el espíritu de la compañía por completo: un diseño atractivo, un precio justo y prestaciones que si bien no son para ganar premios, cumplen con lo necesario para al menos, no pasar rabias con su performance.
Eso si, su solución para eliminar al notch, si bien es cierto es creativa, es adictiva y funciona tal cual la promocionan, tampoco siento que sea una mejora frente al actual sistema. Sigue siendo un muy lindo truco para sorprender a tus amigos y para calmar manos ansiosas, pero llega para solucionar un problema que nunca fue tan grave.
El Mi Mix 3 es un teléfono distinto y si de verdad detestas la muesca que esta sobre las pantallas de todos los telefonos modernos, entonces este teléfono es totalmente para ti. Solo asegúrate de tener batería para todo el día y de estar siempre sonriendo porque siempre vas a estar queriendo sacarte selfies aun cuando no estés listo. Y si eres ansioso, aun no estamos seguros si este teléfono será una bendición para tus manos, o el terror de quienes se alegraban de que por fin habías dejado de lado al fidget spinner.