Si bien Asus viene creado teléfonos desde el año 2014, el Zenfone 4 es el primero de ellos que hará su arribo oficial en Chile. En una apuesta que de a poco ha ido tomando en países como Brasil, Perú y Colombia, la compañía famosa por sus computadores, placas madres y tarjetas de video, ahora asume quizás uno de sus grandes desafíos: entrar a un mercado tan saturado, competitivo lleno de adictos al teléfono como lo es el chileno.

Y lo hacen con un teléfono que perfectamente resume todas las virtudes, pero también los defectos que la marca taiwanesa ha ido constuyendo a través de los años. El Zenfone 4 es una apuesta ambiciosa y una carta de presentación que llega directamente a competir al sector donde comienzan a criarse los futuros adictos al celular: la gama media.

La línea presentada por Asus para este año consta de 6 nuevos teléfonos, de los cuales solo 3 llegarán a Chile, y el Zenfone 4 Pro, el teléfono más poderoso de todos no está dentro de ellos. Una pena para quienes nos gustan los equipos más poderosos, pero una decisión que hace sentido desde el punto de los vista de los negocios: llegar como marca nueva y pretender que la gente, sin conocerte, pague más de 800 mil pesos por tu teléfono, es una maniobra muy arriesgada.

En ese sentido, el Zenfone 4es todo lo contrario: es una apuesta segura, conveniente y a la par con varios equipos que compiten en la gama media, que siempre tienen la difícil misión de mostraros qué tanta tecnología pueden incluir sin pasarse de un precio justo.

Asus siempre ha sido una compañía de hardware más que de software y eso se traspasa completamente en este celular, tanto en lo bueno como en lo malo. De partida, el Zenfone 4 se ve y se siente como un teléfono resistente. Es un teléfono de aluminio de una sola pieza pero recubierto con vidrio por ambos lados, lo que sí, hace que el teléfono se vuelva un imán de suciedad y huellas, pero que por otro lado, haga que se vea bastante bonito y moderno, a pesar de que su diseño es clásico y sin ninguna ambición.

De todas formas, el equipo es resistente sin carcasa (lo digo por experiencia propia), es cómodo en la mano y su pantalla de 5.5 pulgadas no se siente para nada grande. En los únicos componentes que siento que aflojaron costos está la pantalla, que no es tan colorida ni brillante como uno esperaría, y también en el lector de huellas, el cual no es particularmente preciso, por lo que opté a desbloquearlo con clave.

Pero quizás el componente más importante de este modelo sea su cámara. No por nada el lema del equipo es We Love Photo. Y es que de nuevo, haciendo uso de su experiencia armando equipos con las mejores piezas del resto, Asus tuvo la gran idea de que su cámara, para ser tan buena como las mejores del mercado, simplemente debía tener el mismo sensor que los topes de línea. Es así como cada Zenfone 4 viene con un sensor Sony el cual ha sido usado por otras marcas como Samsung, Motorola, Xiaomi e incluso Google, aunque cada uno con diferentes versiones. En el caso del Zenfone, es el IMX 362, el cual asegura una calidad de fotos bastante buena para su segmento.

Acá, por ejemplo, podemos ver una prueba de como se ven los colores y en condiciones de poca luz.

Otra de las particularidades de la cámara es que trae dos lentes: un lente principal de 12 MP y uno secundario que sirve principalmente para ampliar el ángulo de las imágenes a 120 grados y así obtener paisajes más amplios en el mismo espacio. El paso del modo tradicional al gran angular ocurre con el simple toque de un botón y los resultados se ven más o menos así.

Esta es la foto tomada en el modo tradicional:

Y acá, desde el mismo sitio, pero activando el modo gran angular:

Las fotos en gran angular tienen menos resolución que las de la cámara tradicional, pero se benefician de otras mejoras, como mejor manejo de la luz y los colores. Finalmente depende de cada uno qué modo usar: para paisajes o fotos grupas el gran angular es perfecto, pero para retratos y acercamientos, la cámara principal basta y sobre, y además. entrega un mejor resultado a la larga.

Obviamente la cámara incluye la posibilidad de usar diferentes modos como modo retrato, modo profesional, y el siempre controvertido modo belleza, el cual te aseguramos que será capaz de convertir tu rostro adolescente en una perfecta cara de muñeca.

Más allá de la cámara, el equipo viene con una batería de 3300 mAh que si, puede durar todo el día, un sistema de carga rápida en caso de que lo uses demasiado, y un procesador Qualcomm Snapdragon 630 con 4 GB de RAM, el cual permite que todo funcione bien, siempre y cuando no sean juegos 3D donde el rendimiento del equipo cae considerablemente. Pero para redes sociales y otras aplicaciones, adelante.

Pero si Asus demostró ser un gran fabricante de hardware, al igual como lo ha sido toda su vida, era evidente que el talón de Aquiles del teléfono estaría en su software. Y no fue la excepción.

El Zenfone 4 viene con una capa de personalización por sobre Android llamada Zen UI, que debe ser de las más desagradables que me ha tocado usar, prácticamente porque te obliga a usar aplicaciones externas para cosas muy sencillas como personalizar el equipo. Buscar "temas" de adorno debería ser algo fácil, tanto como bajar una foto y colocarla de tapiz. Y listo. Pero no. Zen UI se mete con la forma de los íconos, con el tamaño de las letras y los espacios, todos se manejan desde una aplicación que no necesito.

Cuando navego por Chrome, me aparece una notificación para usar Page Marker, que hace lo mismo que Pocket y Pocket lo uso hace tiempo. Y no, no me vas a obligar a usarlo. Lo mismo con el supuesto "Acelerador de Potencia y Aumento" que se supone libera de memoria al equipo pero en realidad, nadie está seguro de si hace lo que dice hacer. Nunca había usado un teléfono Asus antes, pero cuando me presentaron el equipo, me aseguraron que esta versión de Zen UI era mucho más liviana y menos invasiva que las anteriores. Solo puedo imaginar entonces lo terrible que tienen que haber sido antes.

Los bugs de software se expanden a otras aplicaciones, donde por ejemplo en Instagram, los videos de las historias empiezan después y terminan antes de lo que uno pretende.

Y no es que crea que todos los teléfonos Android deban ser puros. Las capas de personalización ayudan a diferenciarse entre ellos y a veces, hasta incluyen mejoras por sobre la oferta original. Pero hay que hacerlas bien, y en el caso de Zen UI, las únicas ganas que me dan son de empezar a cambiarlo de a poco. Algo que por suerte, en Android no es tan complicado de hacer.

Como presentación en sociedad en el mercado chileno, eso sí, el Zenfone 4 es un gran equipo y bastante competitivo en el rango de precios que se ubicará, que será el de los 349.990 pesos. Es, como cada debut, una oportunidad para mostrar lo bueno, pero también las cosas por mejorar. Si te interesa solo contar con buenas fotos en un teléfono que dura todo el día y que sabes que será resistente y cómo en tus manos, el Zenfone 4 es un excelente primer teléfono. Aunque si pretendes darle un uso más intenso, como jugar, editar fotos y videos o realizar multitarea, el equipo tanto por software como por hardware se queda un poco corto.

La tarea será difícil, es cierto, pero creemos que Zenfone apostó por las características más universales para ser una oferta atractiva y acorde a nuestros tiempos, pero lejos de la perfección. De que puede confiarse en Asus, puede confiarse, pero si el mercado chileno está dispuesto a dar la bienvenida a otra marca en un mercado ya bastante saturado, será cosa de tiempo.