Desde que se hicieron públicas las acusaciones de acoso sexual contra el actor Kevin Spacey, nadie en la industria de Hollywood quiere asociarse a su figura. Netflix, por ejemplo, decidió eliminar al personaje Frank Underwood de la serie aun cuando este era su protagonista y aun falta una temporada para que concluya, además de cancelar todos los proyectos a futuro con el actor.
Pero nadie ha ido tan lejos y de manera tan rápida como Ridley Scott. El director ya había concluido la filmación de All the Money in the World y se encontraba en los estudios de Abbey Road finalizando la grabación de la música de la película, cuando se enteró del escándalo de Spacey. Y tan rápido como le llegó la noticia, fue que tomó la determinación: el actor ya no sería parte de su película, aun cuando las grabaciones estaban terminadas.
Ahora, no podía llegar y eliminar las escenas de Spacey, ya que su rol era clave en la cinta, ya que interpretaba a J. Paul Getty, el multimillonario a quien le secuestran a su nieto para cobrar una jugosa recompensa. Entonces, si no se podía cortar a Spacey, había que reemplazarlo, lo que significó iniciar un extenso proceso de refilmaciones de la cinta, donde cada escena de Spacey sería interpretada por un nuevo actor. El 8 de noviembre, este actor ya había sido escogido: Christopher Plummer, alguien que según Scott, estaba en la lista inicial de actores para el rol, por lo que convencerlo no fue lo más difícil.
El problema para Scott era que el reloj estaba en contra: la fecha de estreno de la película era para el 22 de diciembre y claramente todo apuntaba para un retraso en la fecha. Pero no.
Ridley Scott no solo se comprometió a hacer todas las refilmaciones, sino que en hacerlas a tiempo para mantener la fecha de estreno acordada. "Viajé a Nueva York para hablar directamente con Plummer y dijo que si. Luego, tuvimos que averiguar si el resto del elenco -como Mark Whalberg y Michelle Williams- estaban disponibles para estas nuevas fechas, y milagrosamente dijeron que sí", relató Scott en una entrevista con Entertainment Weekly.
Scott señala que una de las razones por las cuales funcionó su plan es porque mantuvo todo en secreto. "No quería que se supiera la verdadera razón de las refilmaciones para no generar rumores, así que cuando ya estaba todo amarrado, hicimos el anuncio".
Todo el proceso recién concluirá el 29 de noviembre, tras lo cual el equipo deberá reincorporar todas las escenas nuevas al corte final de la cinta, algo que en total costará 10 millones de dólares, prácticamente un cuarto del presupuesto inicial de la película, que fue de 40 millones de dólares. ¿Pero para qué hacer tanto esfuerzo?
Según Scott, no es posible tolerar el tipo de comportamiento que tuvo Spacey, y que indudablemente su participación afectaría al film.
"No podemos permitir que las acciones de una persona afecten el trabajo de toda esta gente buena. Es así de simple", explicó Scott.
Ahora, si alguien ponía en duda la posibilidad de que el director pueda entregar la cinta a tiempo, tanto para los cines como para la temporada de premios, les dejamos el último comercial de la película, la cual ya incluye escenas de Spacey reemplazadas por Plummer. Sin duda, fruto de una genialidad que a veces llega a lucir como locura.
https://www.youtube.com/watch?v=0EQuVfP-vXs