En la pasada edición de Wrestlemania, estaba todo pavimentado para que Roman Reigns derrotase a Goldberg y así se hiciese del título Universal de la WWE. Con eso el luchador volvería nuevamente a lo más alto de la compañía, estableciéndose como el máximo campeón de la marca Smackdown.
Pero Reigns fue removido de la cartelera, siendo reemplazado en el proceso por Braun Strowman, y rápidamente se instaló la idea de que la decisión se debía a los riesgos que corría por el coronavirus debido a las secuelas de su tratamiento contra la leucemia. Sin embargo, ahora el luchador aclaró que eso no es así y que su deseo es volver a la luchar para la WWE.
“Nosotros recién tuvimos gemelos, un par de niños recién nacidos. Solo tienen 8 semanas, así es que tuve que tomar una decisión por ellos”, explicó el luchador a TMZ. “Un montón de gente cree que se basó en mi salud y la historia de mi lucha contra la leucemia. Al hablar con mis doctores, realmente estoy bien y mi sistema inmunológico está bien. Las drogas que tomo para pelear contra leucemia no atacan mi sistema”, agregó.
“Es mi familia, son mis hijos, ellos son mi legado. No importa lo que haga en este mundo, mis hijos van a ser los que representen mi nombre y lleven mi nombre hacia adelante. Así es que tuve que tomar una decisión por ellos, para protegerlos al ser tan pequeños", remarcó Reigns.
El luchador explicó que su deseo es estar en la WWE y volver a su trabajo, pero las condiciones por ahora no se lo permiten. “Quiero volver a la normalidad, pero siento que tengo una obligación no solo conmigo y mi familia, sino que también con mi comunidad. Además, poner el ejemplo, porque al final del día podemos decir cosas diferentes, pero son nuestras acciones las que hablan. Eso es lo que estoy intentando hacer”, explicó el que ha sido el elegido de la WWE durante los últimos años.