Aunque la compañía había asegurado que revisaría profundamente los problemas reportados con las pantallas de su teléfono plegable, Samsung decidió retrasar el lanzamiento de su nuevo dispositivo estrella por al menos un mes. Así lo asegura el Wall Street Journal citando a personas con conocimiento de la decisión de la compañía.
El Samsung Galaxy Fold, que tendrá un costo de casi $2000 dólares, fue el objeto de múltiples críticas a raíz de los problemas detectados con sus pantallas por periodistas que recibieron equipos de prueba para realizar reseñas. Un problema afirmaba que el teléfono dejaba de funcionar tras la remoción de una lámina protectora de la pantalla, mientras que otros especialistas aseguraron que el problema tenía problemas con o sin la lámina en cuestión.
La compañía declinó confirmar el reporte, pero se espera que el lanzamiento sea retrasado un par de semanas, probablemente hasta fines de mayo. Sea como sea, un retraso de este tipo pone en duda a las expectativas que tenía Samsung con el equipo, que busca ser pionero en un mercado que fusione las exigencias de un smartphone con las de una tablet.
Al mismo tiempo, esta es una nube negra que recuerda lo que sucedió con el Galaxy Note 7, que fue un punto negro en 2016 luego de que diversos consumidores reportaran problemas con baterías.