El domingo recién pasado, mientras se celebraba el Día de la Madre, nuestros muros de Facebook se llenaron de tributos a nuestras queridas mamás. Muchos de ellos en forma de fotografías antiguas, de recuerdos de los momentos de niñez en los que comenzaba a gestarse ese amor único que nos une para toda la vida.
Y eso es precisamente lo que hizo Paulina García Varela, Seremi de Cultura de la Región del Bío Bío, quien es psicóloga y directora de cine, pero desde pequeña ha estado vinculada al mundo de las artes, gracias a que su madre era actriz, algo que dejó en claro con su selección de tributos.
Pero de todas las fotos, sin duda fue la primera la que llamó más la atención, una en donde se ve a una niña mirando de lejos a una actriz. La belleza de esa foto se la hicieron notar sus seguidores de Facebook.
"De chiquita detrás de bambalinas", respondió la Seremi a uno de los primeros comentarios al respecto.
"La foto la sacó mi padre, Victor García", respondió a otro comentario en el que le preguntaban si, efectivamente, era ella la de la foto.
El problema de todo esto es que nunca fue su imagen, sino que una de las fotografías más conocidas de la actriz Carrie Fisher, en ese entonces, una pequeña niña que miraba a lo lejos a su madre Debbie Reynolds mientras actuaba en Las Vegas, en el año 63. La imagen, de hecho, nunca fue tomada por Victor García, sino que por el fotógrafo Lawrence Schiller.
Tras salir a la luz la verdad sobre la foto, el posteo de Facebook desapareció, pero por suerte los pantallazos siempre están de nuestro lado.
Nuestra tesis apunta a una confusión, y porque el amor entre madres e hijos es así: tiene mucho de nostalgia, confusión y una pizca de fantasía. Aun cuando esa fantasía implique apropiarse de una de las imágenes más icónicas de una de las relaciones de madre e hija más intensas que ha tenido Hollywood.