Desde antes de su estreno, las cosas no se perfilaban bien para Shazam! Fury of the Gods. No solo la película de Black Adam había recaudado muy por debajo de las expectativas, sino que también el propio anuncio de la creación de un nuevo universo para las películas DC puso en el congelador a cualquier expectativa posible.

En ese sentido, justo en medio del lanzamiento de la secuela en las plataformas de “Video on Demand”, se puede constatar que las cosas resultaron mucho peor de lo esperado.

De partida, Shazam! Fury of the Gods solo logra situarse en el puesto número 100 de recaudación de películas de superhéroes en Estados Unidos, cortesía de unos miserables $56 millones de dólares.

Aunque la película seguirá en cines por un tiempo más, por ahora es superada por Hellboy (59.6 millones), Superman III ($59.9 millones), Sky High ($63 millones), Chronicle ($64 millones), el gigantesco fracaso de X-Men: Dark Phoenix ($65 millones) y otras 94 películas más del género,

Las cosas no pintan mejor al considerar la recaudación total a nivel mundial. Con solo $127 millones de dólares, la secuela de Shazam es la película que menos dinero ha recaudado en todo el universo DC. Inclusive Wonder Woman 1984, que tuvo un lanzamiento en paralelo en HBO Max durante los tiempos de apertura inicial durante la pandemia, logró recaudar casi $170 millones de dólares.

En ese sentido, la comparación de Shazam! 2 lleva a recuperar películas pre-universo DC que fueron un fracaso, como Catwoman ($82 millones), The Losers ($29 millones), Superman IV ($15 millones), Supergirl ($14 millones), Jonah Hex ($10 millones) o Steel ($1.7 millones), aunque los presupuestos de esas producciones fueron mucho más acotados y no generaron el mismo nivel de pérdidas.

Y es que las cosas se ponen aún peor al considerar que Black Adam, una película que podría haber costado hasta $260 millones de dólares (sin marketing), recaudó $393 millones de dólares y generó pérdidas por entre $50 y $100 millones de dólares. En tanto, Shazam! Fury of the Gods con un costo de alrededor de $125 millones de dólares (sin contar el marketing) provocará una pérdida que superará los $150 millones de dólares. Algo que ni siquiera generaron películas tan criticas como Catwoman o Steel.