Si hay algo de lo que vive la WWE es del concepto de familia. Desde la familia McMahon, los dueños de la empresa que desde los 90 se han involucrado de alguna u otra manera en las historias de la lucha libre, hasta las dinastías de luchadores como los Flair, los Orton o los Rhodes. Pero sin duda que uno de los linajes más legendarios de la lucha libre en general es de la familia Johnson-Maivia. En la década de los 60, cuando las estrellas del wrestling recién comenzaban a surgir, el "Gran Jefe" Peter Maivia, comenzaba a hacerse un nombre dentro de esta actividad.
Sería el primero de una tradición familiar que seguiría a través de su yerno, Rocky Johnson, quien brilló en la década de los 80 y llegaría a ser campeón en parejas de la entonces WWF junto a Tony Atlas.
Pero sería el hijo de Rocky Johnson, llamado Dwayne, el que cambiaría la historia del negocio para siempre. Combinando los nombres de su padre y su abuelo político, Rocky Maivia debutaba en los 90 para luego convertirse en The Rock, el luchador más electrizante del ring. Hoy, sabemos que The Rock está retirado del ring, dedicado a una exitosa carrera como actor de Hollywood, pero su legado podría seguir extendiéndose de la mano de su hija.
Y es que la WWE confirmó hoy que Simone Alexandra Johson, la heredera mayor de La Roca, ha ingresado al Performance Center de la compañía para iniciar su entrenamiento para, eventualmente, convertirse en una superestrella de la WWE.
Su preparación está siendo supervisada por Sara Amato (Sara del Rey) y Matt Bloom (Albert) y de perseverar en su objetivo, se convertiría en la primera luchadora de cuarta generación que pelea para la WWE. El miércoles debutará una entrevista tanto con Simone como con La Roca sobre esta nueva aventuran que a futuro podría significar muy buenas razones para obligar a que el campeón del pueblo siga regresando al ring que aun lo extraña.
https://twitter.com/WWE/status/1226931688573415426